Un taller de ingeniería que opera desde la localidad belga de Wavr ha creado una máquina que esteriliza los carritos de supermercados y aeropuertos a través de luz ultravioleta para reducir el riesgo de contagio por coronavirus, el denominado 'UV Safety Box'.
Los primeros pedidos ya han empezado a distribuirse entre "varios supermercados de Francia y Bélgica" y su implementación, según sus creadores, puede ayudar a "reducir la circulación del virus" y a aportar seguridad a los clientes.
"La mecánica es muy fácil. El cliente coge el carrito, lo mete en la máquina, le da a un pedal y mientras la luz ultravioleta limpia los materiales puede desinfectarse las manos mientras espera", afirma el director de ventas de la compañía De Ceuster, Simon Segers.
El proceso dura 15 segundos e implica una radiación de 254 nanómetros, que "elimina todo tipo de virus y bacterias" tanto de los carritos como de "cualquier otro material" que se quiera esterilizar para su manipulación de forma segura.
El proyecto, explica Segers, nació hace unos meses tras comprobar que la mayoría de sus pedidos habituales se cancelaban a causa de la pandemia.
Entre sus encargos habituales, centrados en la elaboración de láminas metálicas a medida, destacan la creación de piezas para la arquitectura, la confección de estructuras para eventos y congresos o los proyectos para el sector farmacéutico.
"Fue un desastre, nuestros ingresos cayeron en picado y tuvimos que pensar en alternativas. Nos pusimos en contacto con otra empresa que estaba empezando a esbozar el proyecto y seguimos juntos hasta ahora, con los prototipos ya finalizados", subraya.
La tecnología es similar a la que ya se utiliza en hospitales para esterilizar herramientas y su uso, destacan sus creadores, podría servir también para liberar a trabajadores que en la actualidad se dedican de forma exclusiva a desinfectar los carritos.
Además de esta dedicación de uno o varios empleados, las empresas también están gastando dinero en "alcoholes, geles y desinfectantes para poner a punto este tipo de herramientas", algo que también se vería reducido con la implementación del 'UV Safety Box'.
"La máquina, en este sentido, también es interesante medioambientalmente porque solo necesitas electricidad. Además, la empresa se ahorra los costes de tener un empleado dedicado a esta tarea", recalca Segers.
El objetivo a corto plazo, una vez que los primeros pedidos ya se han distribuido por los primeros comercios, pasa por crear una "cadena de montaje" que agilice el proceso de producción, marcado en las últimas semanas por el trabajo manual de los ocho trabajadores que se dedican al proyecto.
Más allá de la pandemia, para la empresa belga resulta interesante que este tipo de maquinas, así como los "hábitos higiénicos adquiridos" durante la crisis de la COVID-19, se mantengan en el tiempo para asegurar una "sociedad más sana" en los años venideros.
EFE