Google anunció este martes un acuerdo con diferentes organizaciones brasileñas para desarrollar una aplicación para dispositivos móviles que, mediante la “huella digital de los árboles”, permitirá rastrear la madera extraída de la Amazonía e identificar la que fue talada ilegalmente.
El proyecto Digitales de la Floresta prevé una cooperación con la organización ecologista The Nature Conservancy (TNC), que ya comenzó a montar una banco con datos para identificar diferentes árboles de la Amazonía y sus regiones de origen, así como con Universidad de São Paulo (USP), Instituto de Manejo y Certificación Forestal y Agrícola (Imaflora) y la firma tecnológica Trase.
La iniciativa aprovechará herramientas de inteligencia artificial de Google y datos bioquímicos de los árboles, específicamente sus isótopos, para poder identificar la procedencia de la madera extraída de la Amazonía y comercializada tanto en Brasil como en el exterior.
Según las entidades involucradas, cuando el sistema esté en funcionamiento y sea posible evitar la tala ilegal, tendrá la capacidad de reducir en 178 millones de toneladas las emisiones de gases contaminantes de Brasil, volumen que equivale al 13% de la meta de reducción con la que el Gobierno brasileño se comprometió hasta 2030 en los acuerdos sobre cambios climáticos.
Ello debido a que la mayor parte de las emisiones brasileñas es provocada por la deforestación de la Amazonia.
Según Google, el objetivo final del proyecto es poder contar con una plataforma de inteligencia, bien sea una aplicación o una herramienta en la web, que permite a autoridades, fiscales y hasta al consumidor final identificar si una madera de la Amazonia fue extraída ilegalmente.
De acuerdo con TNC, cerca del 40% de la madera de la Amazonía comercializada por Brasil es extraída de áreas de preservación, como reservas ambientales e indígenas.
La organización afirma que las empresas de todo el mundo ya cuentan con herramientas que permiten rastrear el origen de productos brasileños como soja y carnes, y determinar si proceden de actividades ilegales en la Amazonía, pero que hasta ahora no hay nada confiable que permita certificar el origen de la madera.
TNC estableció que es posible usar la composición química y los isótopos (carbono, oxígeno y nitrógeno) de los árboles para identificar con seguridad su área de procedencia.
“En cada región, la composición del agua de lluvia y del suelo tiene isótopos con características específicas y como los árboles los absorben terminan presentando una composición isotópica semejante al lugar en que crece. Es una especie de huella digital única”, explicó a EFE la directora de TNC Brasil, Frineia Rezende.
La TNC y la USP ya comenzaron el proceso de identificación de los isótopos de 250 diferentes muestras de árboles de veinte regiones en la Amazonía, especialmente de las más comerciales.
EFE