Tal como informáramos, en las últimas horas la senadora nacionalista realizó un pedido de informes en el Parlamento sobre la profesora y presidenta de la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo de Uruguay (Afutu) Mabel Mallo, que mantuvo días atrás un intercambio con Lacalle Pou cuando el sindicato se manifestaba.
En esa ocasión,
Mallo abordó al presidente en el exterior del Complejo de las
Telecomunicaciones y lo acuso de tomar decisiones gubernamentales perjudiciales
para el sector educativo.
Poco después, la
senadora Bianchi pidió a la presidenta del Senado, la vicepresidenta Beatriz
Argimón, un informe la situación
funcional de Mallo, donde solicitaba saber la cantidad de horas docentes que
tiene, si goza de licencia sindical y la cantidad de inasistencias que tiene
como docente. Además, consultó si la funcionaria tiene algún “procedimiento
disciplinario”.
La rápida
sucesión entre el reclamo de Mallo -que tuvo visibilidad gracias a las cámaras
de TV presentes en el lugar- y el pedido de Bianchi, hizo pensar a numerosos
internautas que no se trataba de una simple correlación sino de causalidad, y
de inmediato arreciaron las acusaciones de persecución sindical.
El pedido de la legisladora llegó también poco después de que el comunicador
Fernando Marguery, panelista del programa Esta boca es mía (Canal 12) pusiera
en cuestión la laicidad de las aulas impartidas por Mallo y sus asistencias a
clase.
En ese contexto, los defensores de Mallo crearon en Twitter la etiqueta #TodosSomosMabel que se convirtió rápidamente en tendencia.
Posteriormente, Bianchi usó su cuenta de Twitter para pedir "calma”.