Elon Musk anunció esta semana la muerte de Twitter como marca. Hizo que el logo en la sede fuera reemplazado por la nueva X, además de en la web y en la aplicación móvil. Un tiempo más se mantuvo el botón “tweet” (tuit). Este domingo cambió brevemente a “post”, dando señales de que pronto se eliminará toda evidencia del pequeño pájaro azul.
El tuit significaba algo breve. En un tuit, el fallecido crítico de cine Roger Ebert una vez comparó el formato de 140 caracteres con la poesía, debido a su necesaria brevedad. Ahora, pagando suficiente, es posible tener hasta 4.000 caracteres en un tuit; también, en Threads, se tiene un máximo de 500, casi cinco veces más que en el límite original de Twitter. Ya no es necesario ser tan económico con las palabras.
La verdadera razón por la que hay que dejar de llamar tuits a estos posteos de “micro blog” no es porque el formato breve esté muriendo o porque X cambie el botón de tuit. Es porque “¿Viste ese tuit de Threads?” suena más tonto que “¿Viste ese post de Threads?”, cuando es un discurso de 500 caracteres sobre el personaje de alguien de Diablo IV.
Tendremos que quedarnos con “post”. No es tan interesante, no le hace nada a la marca registrada de alguien, y no explicará una situación tan claramente como “el presidente acaba de twittear”. Por lo menos, es fácil de decir.
Alex Cranz / The Verge