Un equipo de SpaceX, empresa dirigida por Elon Musk, visitó el Centro de Comando de Control de Tráfico Aéreo en Virginia el pasado lunes para ayudar a revisar el sistema tras el mortal desastre aéreo del mes pasado en Washington D.C.
La noticia llegó después de que CNN informara que la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) despidió a cientos de empleados en período de prueba que mantienen la infraestructura crítica de control del tráfico aéreo.
Hasta el momento, se desconoce el número exacto de trabajadores que han perdido su empleo. La administración Trump está en proceso de intentar eliminar a miles de empleados federales mientras trabaja con los republicanos del Congreso en un proyecto de ley de recorte masivo de impuestos que se dice favorece principalmente a las corporaciones y a los ricos.
Elon Musk está desempeñando un papel clave en los despidos masivos desde su puesto en el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Como han señalado los críticos, el estatus de Musk como importante contratista del gobierno (principalmente a través de su empresa SpaceX) representa un enorme conflicto de intereses que tanto él como el presidente Donald Trump han intentado minimizar en repetidas ocasiones.
En una publicación en X, el secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, dijo que el equipo de SpaceX fue a Virginia para “obtener una visión de primera mano del sistema actual, aprender qué les gusta y qué no les gusta a los controladores de tráfico aéreo de sus herramientas actuales e imaginar cómo podemos hacer un sistema nuevo, mejor, moderno y más seguro”.
Duffy también desestimó las críticas sobre la apertura de la puerta a un equipo liderado por Musk en otra área sensible del gobierno federal. “Como sé que los medios (y Hillary Clinton) afirmaron que el equipo de Elon está obteniendo acceso especial, permítanme aclarar que @FAANews ofrece regularmente visitas guiadas al centro de comando tanto a los medios como a las empresas”, dijo Duffy.
La FAA está bajo un escrutinio más intenso tres semanas después de que una colisión en el aire sobre el río Potomac provocara la muerte de 67 personas. La tragedia puso de relieve la escasez de controladores de tráfico aéreo, así como la congestión en los principales centros de operaciones, como el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan.
La FAA ha recibido cientos de quejas de trabajadores del tráfico aéreo que describen condiciones peligrosas, desde escasez de personal hasta edificios en ruinas. La propia agencia carecía de un director permanente en el momento del accidente, principalmente porque Musk intervino en la destitución del último administrador después de que la FAA multara a SpaceX por no presentar datos de seguridad.
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