SpaceX podría comenzar a volar nuevamente el cohete Falcon 9 este fin de semana. Este rápido reinicio se produce después de que la compañía realizara una investigación sobre el fallo del lanzamiento del 11 de julio, en cooperación con la Administración Federal de Aviación (FAA).
SpaceX dice que ha identificado el problema que provocó que fallara la etapa superior de su Falcon 9 y ha tomado medidas para asegurarse de que no vuelva a suceder, según informó el portal ExtremeTech.
La misión Starlink Group 9-3, que transportaba 20 satélites con destino a la órbita terrestre baja, fue lanzada la noche del jueves 11 desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg. Según SpaceX, la etapa inferior del cohete o propulsor funcionó como se esperaba antes de regresar a tierra. Sin embargo, la segunda etapa superior del cohete no logró volver a encender su motor como estaba planeado y fue destruida, confirmó Elon Musk, su fundador.
“El reinicio de la etapa superior para elevar el perigeo resultó en un RUD (desmontaje rápido no programado) del motor por razones actualmente desconocidas”, escribió Musk en las redes sociales en aquel entonces.
Así, según el nuevo informe de SpaceX, la fuga de oxígeno se originó en una línea de detección de un sensor de presión en el sistema de oxígeno del vehículo.
La línea de detección se agrietó debido a la fatiga provocada por la vibración del motor y una abrazadera que sujeta la línea estaba demasiado floja para compensar, consignó el mencionado medio.
Esto sucedió después de la combustión orbital inicial, que puso al vehículo en una órbita elíptica baja. SpaceX no se dio cuenta de que algo andaba mal hasta que pasó a la siguiente fase.