El CEO de SpaceX, Elon Musk, es un multimillonario que pasa mucho tiempo comentando en Twitter, lo que genera no pocas controversias. Y uno de sus temas favoritos es la labor que hacen los ingenieros de SpaceX, tema que aborda casi a diario. En una transmisión reciente de Twitter Spaces, Musk habló sobre algunos de los mil cambios que se realizarán en Starship antes de su próximo vuelo de prueba.
Starship es la gran apuesta de SpaceX para el futuro: con sus 120 metros altura, es el cohete más grande que jamás haya volado. Dado su tamaño, necesita mucha potencia para alcanzar la velocidad de escape, por lo que también es el cohete más poderoso en lo que respecta a la potencia de sus motores.
Sin embargo, el primer vuelo del vehículo en abril de este año terminó abruptamente a poco de despegar. En lugar de dejar caer la primera etapa Super Heavy y continuar hacia el espacio, el Starship perdió el control y comenzó a girar. Ante ese problema, SpaceX optó por hacer estallar el cohete de forma remota, pero los responsables del vuelo aún consideran que la prueba fue un éxito.
La suerte corrida por ese primer Starship probablemente se deba a muchos factores. Por ejemplo, SpaceX optó por no tener un desviador de llamas en su lugar, y el escape del cohete fue tan intenso que destruyó la plataforma de lanzamiento, arrojando pedazos de concreto a cientos de metros. Varios de los 33 motores Raptor del Super Heavy estaban apagados cuando el cohete perdió el control, y Musk señala que el vehículo tenía una “mezcolanza” de motores construidos y probados en varios momentos. El próximo vuelo de prueba incluirá motores completamente nuevos con varias mejoras, como controles de vector de empuje eléctrico y colectores mejorados para evitar que el gas caliente regrese al sistema.
Quizás la alteración más significativa del cohete se produce en el hardware de separación de etapa crucial. Musk dice que el Starship se modificará para realizar una “puesta en escena en caliente”. Este método ha sido utilizado por los vehículos rusos Soyuz durante años, pero Starship sería el primer cohete basado estadounidense en hacerlo. En esa denominada puesta en escena en caliente, los motores del tramo superior se encienden antes de que se separe el inferior.
Según informa la web especializada ExtremeTech, los ingenieros de la compañía están agregando respiraderos para garantizar que los gases de escape puedan salir sin dañar el vehículo, y será necesario reforzar la parte superior de Super Heavy. Esto agregará alrededor del 10% a la capacidad de carga útil de la nave, que ya supera las 100 toneladas en órbita terrestre baja.
La empresa también tomo nota de lo ocurrido con la ya mencionada plataforma de lanzamiento, que quedó casi desintegrada durante el despegue anterior. Ahora se están volcando más de 1.000 metros cúbicos de hormigón reforzado con acero y se instalarán dos placas de acero refrigeradas por agua encima del hormigón.