SpaceX ha aprovechado sus cohetes reutilizables Falcon 9 para convertirse en el operador de satélites más grande del mundo en tan solo unos pocos años. Su red Starlink proporciona conectividad a internet en una gran parte del mundo y tiene planes para una versión gubernamental segura de la red.
Un informe de Reuters afirma que parte de ese esfuerzo es un contrato de US$ 1.800 millones para construir una red de satélites espías para el gobierno de Estados Unidos (EE. UU.), y China no está contenta, según consignó el portal ExtremeTech.
La empresa aeroespacial de Elon Musk anunció el sistema cifrado Starshield en 2022, con el objetivo de proporcionar al gobierno de EE. UU. comunicación, cargas útiles alojadas y observación de la Tierra. Según el acuerdo, SpaceX construirá cientos de satélites espías clasificados para la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO, por sus siglas en inglés).
Naturalmente, el gobierno se muestra reacio a proporcionar información sobre los activos de vigilancia en órbita.
Aun así, la comunidad de inteligencia depende en gran medida de un número desconocido de satélites KH-11 "Key Hole". Se trata de naves espaciales grandes y caras basadas en el diseño del Telescopio Espacial Hubble. Mientras estaba en el cargo, el (ahora) expresidente Donald Trump tuiteó una imagen clasificada de uno de estos satélites en 2019, que revela un nivel de detalle asombroso.
Si la constelación SpaceX consta de cientos de satélites más pequeños, eso sugiere un enfoque más distribuido que podría ayudar a las agencias gubernamentales de la potencia norteamericana a identificar rápidamente objetivos potenciales en cualquier lugar de la Tierra, aunque probablemente con menos precisión que los satélites más grandes.
A raíz del informe, los medios de comunicación controlados por el Estado chino han pasado a la ofensiva, informa Reuters. La cuenta oficial del Ejército Popular de Liberación (EPL) en la red social Weibo condenó la "desvergüenza y el doble rasero" de Estados Unidos.
La cuenta Junzhengping del EPL instó a las empresas con sede en Estados Unidos a "no ayudar a un villano a hacer el mal", pero no mencionaron a Elon Musk, dueño de SpaceX.
Ni SpaceX ni NRO han confirmado los detalles del contrato, pero la NRO dijo a Reuters que está comprometida a construir el "sistema de inteligencia, vigilancia y reconocimiento espacial más capaz, diverso y resistente que el mundo haya visto jamás".
No está claro cuándo SpaceX comenzará a lanzar estos satélites afiliados a Starshield. La compañía tiene planes de implementar una nueva generación de hardware Starlink una vez que el cohete Starship esté en pleno funcionamiento. El nuevo cohete, que recientemente voló por tercera vez, tiene la capacidad de lanzar nodos Starlink más voluminosos y también puede ser ideal para desplegar los misteriosos satélites de vigilancia NRO.