Los dos gigantes de Silicon Valley presentaron hace dos semanas una asociación inédita que permitirá a los teléfonos equipados con el sistema operativo iOS de Apple o Android de Google intercambiar información a través de la tecnología Bluetooth para que los usuarios sepan si se cruzaron con una persona diagnosticada como portadora del coronavirus.
Esa tecnología suscita preocupación sobre el respeto de la vida privada de los usuarios, por lo que Apple y Google mostraron el viernes algunos detalles técnicos relacionados con la confidencialidad de los datos.
"Cada usuario deberá elegir explícitamente si activa la tecnología. También puede ser desactivada en cualquier momento por el usuario", escribieron las dos empresas en un comunicado conjunto.
"Ese sistema no recoge información sobre la localización de su aparato y no comparte su identidad con los demás usuarios, ya sean de Google o Apple", añadieron. "El usuario controla todos los datos que desea compartir y la decisión de compartirlos o no".
Las aplicaciones de "rastreo" son controvertidas debido a los riesgos que suponen para la protección de los datos privados. Pero varios países las han adoptado para ayudar a la salida de las medidas de confinamiento aplicadas para frenar la propagación del nuevo coronavirus.
La tecnología desarrollada por Google y Apple, que tienen los sistemas de explotación de celulares más utilizados en todo el mundo, se estrenará a principios de mayo.
Ambas compañías aseguraron que las autoridades sanitarias tendrán acceso a la tecnología, aunque insistieron en que toda aplicación "debe respetar criterios específicos sobre la vida privada, la seguridad y el control de datos".
"Los datos de notificación sobre la exposición" serán "conservados y gestionados en los propios aparatos" y no en servidores de los gobiernos, añadieron.
Google y Apple sugirieron además que la aplicación podría dejar de funcionar cuando pase la pandemia, asegurando que el sistema se podrá "desactivar" según las regiones cuando deje de ser útil.
AFP