El lago Urmía, el mayor de Irán, se enfrenta a su desaparición si no se toman medidas, alertaron este martes las autoridades medioambientales iraníes.

“Si los planes aprobados no se llevan a cabo, el lago se secará definitivamente”, afirmó el jefe del departamento de Humedales de la Agencia de Medio Ambiente iraní, Arezoo Ashrafizadeh.

La fuente indicó que para salvar el que fuese el sexto mayor lago de agua salada del mundo es necesario “parar las actividades agricultoras en la zona”, así como "la construcción de presas".

Ashrafizadeh dijo que la falta de agua ha dividido el lago, que ahora tiene una superficie de unos 1.000 kilómetros cuadrados, lejos de los 5.000 que llegó a tener en el pasado.

El cambio climático, las presas y los pozos ilegales que extraían su agua para la agricultura han ido desecando el lago, situado en el noroeste de Irán, en las últimas décadas.

Esta catástrofe medioambiental ha afectado a las aves migratorias, en especial los flamencos, y a la artemia salina, un tipo de crustáceos que habita en Urmía, que cuenta con un centenar de islas y está rodeado por un espectacular paisaje montañoso.

En 2013, se puso en marcha un plan para salvar el lago con ayuda de la ONU que tuvo cierto éxito, pero las sequías de los últimos años vuelven a amenazar la laguna.

A finales del año pasado, el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, anunció que “reactivaría” un plan para restaurar el lago para “hacer frente a las preocupaciones de la población".

En los últimos años se han disparado las protestas por las sequías y la falta de agua en el país persa.

De hecho, este julio varias personas fueron arrestadas por "perturbar la seguridad” en unas protestas por el secado de Urmía.

Los manifestantes corearon consignas como "el lago Urumía se está muriendo, el Parlamento ordena matarlo", "Azerbaiyán está despierto, Urmía está sediento", según informó entonces la agencia Fars.

EFE