Las fuertes precipitaciones que se abaten sobre Níger desde junio y las graves inundaciones han causado 195 muertos y más de 322.000 damnificados, haciendo de la temporada de lluvias de este año una de las más mortíferas de la historia de este país de clima generalmente seco. 

Según un balance casi definitivo, las inundaciones causaron al 21 de octubre 195 muertos en todo el país, 136 por el derrumbe de sus viviendas y 59 ahogados, según las cifras de los servicios de Protección Civil que consignó AFP

Unas 211 personas resultaron heridas y 322.286 damnificadas.  

Las regiones más afectadas son Maradi (centro-sur) con 74 muertos, Zinder (centro-este) con 64, Dosso (suroeste) con 27, y Tahoua (oeste) con 18 fallecidos. 

Niamey, la capital nigerina de dos millones de habitantes, solamente contabilizó dos muertos y más de 1.300 damnificados.

Las lluvias también destruyeron o dañaron completamente más de 30.000 viviendas, 83 aulas, 6 centros de salud y 235 graneros.

También se perdieron casi 700 cabezas de ganado. 

La temporada de lluvia —que comienza en junio y puede extenderse hasta octubre— causa regularmente muertes en Níger, incluso en las zonas desérticas del norte, pero el número de víctimas es especialmente elevado este año.

AFP