Una de las medidas dispuestas por el gobierno para afrontar la actual crisis de suministro de agua potable es el uso de una planta desalinizadora proveniente de Estados Unidos. El equipamiento fue diseñado por la Universidad Tecnológica del Uruguay y se encuentra en Houston, Texas.
La idea original era traer la planta en uno de los aviones Hércules que posee la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU). Sin embargo, ese traslado por aire no será posible por una cuestión de tamaño.
“Por quince centímetros, aparentemente, [la desalinizadora] no entra en el Hércules”, explicó ayer el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado.
“Con los primeros datos que dieron de las dimensiones entraba en el Hércules, pero cuando ajustó la empresa, que no era tan estándar el container, por 15 centímetros no entra. Con lo cual esta semana se está habilitando la posibilidad de que venga en barco”, agregó el funcionario.
Esta dificultad logística provocará una notoria demora en el arribo del equipamiento, dado que el traslado aéreo podría completarse en menos de 48 horas entre ida y vuelta. Ahora, Delgado expresó que la planta llegará “en pocas semanas”.
La noticia de ese contratiempo generó una gran movida en redes sociales, foro en el que se reavivaron los cuestionamientos acerca de la adquisición de los aviones Hércules, compra que en su momento (2021) fue criticada por la oposición y ameritó una interpelación al ministro de Defensa, Javier García.
En medio del debate por los quince centímetros faltantes —o sobrantes, según desde dónde se mida—, surgieron los infaltables memes y chistes, como estos: