Un hombre afroamericano fue acusado en febrero de 2019 por un supuesto robo e intento de atropello a un agente de Policía de la localidad de Woodbridge, siguiendo la identificación que había realizado un sistema de reconocimiento facial que utilizaba el cuerpo de Policía.

Fue arrestado pese a poder explicar dónde se encontraba en el momento de los hechos y asegurar en su momento que ni había estado en dicho municipio ni sabía dónde estaba, y no contar entonces con carnet de conducir. Pasó diez días en la cárcel, de los cuales una semana fue en aislamiento.

Este caso fue sobreseído en noviembre de ese mismo año, por falta de pruebas. Ahora, el hombre ha denunciado a las autoridades de Woodbridge, como recoge The New York Times. La denuncia, además, recoge que se tomaron restos de ADN en el lugar del delito y que estos no coincidían con los del detenido.

Según este medio, se trata de la tercera persona que sabe que ha sido arrestada debido a una coincidencia errónea de un sistema de reconocimiento facial.

El uso de estos sistemas por la Policía es controvertido, no solo por las cuestiones de privacidad, sino también por el sesgo racial que presentan, por el que tienen dificultad para distinguir a personas con piel más oscura.

Empresas del sector tecnológico, como Microsoft, Amazon o IBM, se plantaron a mediados de de este año ante el uso de este tipo de tecnología por las fuerzas policiales sin una regulación.

Con información de Europa Press