Por The New York Times | Jennifer Jett
Los ovnis fueron en su día un tema tabú para el gobierno de Estados Unidos, pero ya no lo son. Este mes se publicará un informe muy esperado sobre ellos.
Cuando aparecen cosas misteriosas en el cielo, los testigos han sido a menudo reacios a informar sobre ellas por miedo a las burlas de los demás, especialmente en los pasillos del gobierno.
Hoy en día, menos gente se ríe.
Los objetos voladores no identificados (ovnis), o fenómenos aéreos no identificados, como los llama el gobierno, han sido tomados más en serio por las autoridades estadounidenses en los últimos años, empezando en 2007, con un pequeño programa financiado en secreto que investigaba los informes de encuentros con militares.
El programa, cuya existencia fue reportada por primera vez por The New York Times en diciembre de 2017, fue revivido por el Departamento de Defensa el verano pasado como el Grupo de Trabajo de Fenómenos Aéreos No Identificados. El departamento dijo que la misión del grupo de trabajo era “detectar, analizar y catalogar” los avistamientos de objetos extraños en el cielo “que potencialmente podrían representar una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos”. Los miembros del servicio fueron alentados a hablar si veían algo, con la idea de que la eliminación del estigma detrás de reportar algo extraño proporcionaría a las autoridades una mejor idea de lo que está ahí fuera.
Luego, a finales del año pasado, el presidente Donald Trump firmó un paquete de asignaciones de 2,3 billones de dólares que incluía una disposición insertada por los legisladores: pidieron al secretario de Defensa y al director de inteligencia nacional que presentaran un informe no clasificado sobre lo que el gobierno sabe sobre los ovnis. Una versión no clasificada de ese informe debe publicarse este mes. (Altos funcionarios del gobierno informados de los resultados del informe dijeron al Times que el informe presentará pocas conclusiones firmes, pero que no encontró pruebas de que los avistamientos aéreos fueran naves espaciales extraterrestres. Lee más sobre esto aquí [en inglés]).
Atención a los ovnis
Con el público haciendo más preguntas sobre los ovnis, parece que hay más funcionarios dispuestos a responderlas.
“Hay muchos más avistamientos de los que se han hecho públicos”, dijo en marzo a Fox News John Ratcliffe, exdirector de inteligencia nacional. Bastantes de ellos, dijo, “son difíciles de explicar”.
John Brennan, exdirector de la CIA, dijo en un pódcast el año pasado que algunos de los avistamientos inexplicables podrían ser “algún tipo de fenómeno que es el resultado de algo que todavía no entendemos y que podría implicar algún tipo de actividad que algunos podrían decir que constituye una forma de vida diferente”.
En las últimas semanas, los medios de comunicación han prestado bastante atención a la publicación del informe, incluyendo un artículo de 13.000 palabras en The New Yorker en abril y un segmento en el programa 60 Minutes de CBS.
Incluso el expresidente Barack Obama, en una aparición el mes pasado en The Late Late Show With James Corden, admitió que había “objetos en los cielos que no sabemos exactamente qué son”. (El presidente Joe Biden desvió una pregunta sobre ovnis unos días después).
Todo empezó en 1947
Lo primero que hay que saber es que “ovni” no significa automáticamente “extraterrestre”. Como su nombre indica, ovni se refiere a cualquier fenómeno aéreo sin explicación inmediata. Aunque los avistamientos reportados tienen lugar con frecuencia en todo el mundo, la gran mayoría de ellos resultan ser estrellas, satélites, aviones, drones, globos meteorológicos, pájaros o murciélagos.
En general, se considera que la historia moderna de los avistamientos de ovnis comenzó el 24 de junio de 1947, cuando Kenneth Arnold, un piloto privado de Idaho, informó haber visto nueve objetos circulares que viajaban a velocidades supersónicas cerca del Monte Rainier. Los periódicos los describieron como “platillos volantes”, un término que capturó la imaginación popular. Aunque Arnold parecía ser un testigo creíble, los funcionarios del gobierno se mostraron escépticos.
No obstante, el gobierno inició un estudio clasificado, llamado Proyecto Sign, por la preocupación de que tales objetos pudieran ser armas soviéticas avanzadas. A esto le siguió el Proyecto Libro Azul, que revisó unos 12.000 casos entre 1952 y 1969, de los cuales 701 no pudieron ser explicados. Terminó con un informe en el que se afirmaba que no merecía la pena seguir estudiando los ovnis. Por lo que se sabe públicamente, no hubo más esfuerzos oficiales del gobierno para estudiar los ovnis hasta el establecido en 2007, llamado Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas.
Los avistamientos de objetos no identificados en Estados Unidos han aumentado durante la pandemia de coronavirus, ya que mucha gente que pasaba largos días en casa se dedicó a mirar el cielo. Los informes aumentaron en un 15 por ciento el año pasado, hasta más de 7200, según el Centro Nacional de Informes sobre ovnis. Como en otros años, casi todos ellos tenían explicaciones terrestres, dijo el centro.
¿Qué tipo de cosas reporta la gente?
En noviembre de 2004, dos aviones de combate de la Armada del U.S.S. Nimitz se encontraban frente a la costa de San Diego cuando se encontaron con una nave blanquecina y ovalada de tamaño similar que flotaba sobre el mar, que se agitaba de forma inusual. Cuando uno de los aviones comenzó a descender de forma circular para ver más de cerca, el objeto —que no tenía alas ni medios obvios de propulsión— ascendió hacia él y luego se alejó.
“Aceleró como nada que haya visto”, dijo al Times en 2017 el comandante David Fravor, uno de los pilotos.
El comandante Fravor le dijo a un compañero piloto esa noche que no tenía ni idea de lo que había visto: “No tenía plumas, alas ni rotores y superaba a nuestros F-18”.
Pero, añadió, “quiero volar uno”.
Otros casos incluyen un disco giratorio que fue visto sobrevolando el aeropuerto O’Hare de Chicago en 2006, y dos objetos “del color de la luz del sol” reportados por un piloto profesional en Inglaterra en 2007, como informó The New Yorker.
Un video del incidente del Nimitz, junto con dos de 2015, fue publicado oficialmente por el Departamento de Defensa el año pasado. Más recientemente, el departamento confirmó que el video y las imágenes filtradas a un documentalista habían sido tomadas por personal de la Marina en 2019 y estaban siendo investigadas por el grupo de trabajo.
¿Qué dirá el informe?
Según la disposición del paquete de asignaciones, el informe debe incluir un análisis detallado de los datos sobre ovnis en poder del grupo de trabajo y de otros organismos gubernamentales. El informe también debe señalar cualquier fenómeno aéreo no identificado que pueda considerarse una amenaza para la seguridad nacional, incluyendo si “puede atribuirse a uno o más adversarios extranjeros”.
Altos funcionarios del gobierno que conocen el contenido del informe dijeron al Times que el documento todavía no puede explicar los movimientos inusuales que han desconcertado a los científicos y a los militares, pero que concluye que la gran mayoría de los más de 120 incidentes ocurridos en las últimas dos décadas no se originaron en ninguna tecnología militar estadounidense ni en ninguna otra tecnología avanzada del gobierno de Estados Unidos.
¿Quién presiona para obtener más información?
Los llamamientos a la transparencia son cada vez más numerosos en Washington, incluso por parte de un comité de acción política bipartidista que se puso en marcha el mes pasado.
Uno de los principales defensores de los esfuerzos de investigación sobre ovnis ha sido Harry Reid, exsenador demócrata por Nevada, que como líder de la mayoría del Senado consiguió 22 millones de dólares de financiamiento para crear el programa en 2007.
En un ensayo para el Times este mes, Reid dijo que había estado interesado en los ovnis desde que asistió a una conferencia en 1996 (para consternación de su equipo, que le dijo que “se mantuviera alejado del tema”). Dijo que el programa era necesario porque “un tabú no oficial sobre la discusión franca de los encuentros podría perjudicar nuestra seguridad nacional y obstaculizar las oportunidades de avance técnico”.
Hay otros senadores que también apoyan la investigación sobre los ovnis, como Marco Rubio, republicano por Florida, que añadió el lenguaje al paquete de asignaciones que solicita el informe del gobierno.
Rubio le dijo a 60 Minutos que debería haber un proceso por el cual los informes sobre ovnis sean “catalogados y analizados constantemente, hasta que obtengamos algunas respuestas”.
“Quizá haya una respuesta simple”, dijo en el programa. “Tal vez no”. United States Defense and Military Forces United States Politics and Government Defense Department Reid, Harry Rubio, Marco United States