Nvidia: Jensen Huang insinúa “planes” para una CPU de escritorio propia

Durante años se ha especulado sobre los planes de Nvidia para incursionar en el mercado de CPUs (procesadores) de escritorio en 2025, y recientemente se habría revelado un adelanto de su próximo procesador.

Durante el CES, la feria tecnológica anual más grande del mundo, la compañía presentó Project Digits, una supercomputadora personal de inteligencia artificial valorada en US$ 3.000, impulsada por el nuevo GB10 Grace Blackwell Superchip. Según informó The Verge, Jensen Huang, CEO de Nvidia, insinuó ante inversores y analistas que existen “planes mayores” para la CPU basada en Arm incluida en este chip, desarrollado en conjunto con MediaTek.

Huang afirmó que la compañía tiene proyectos relacionados con esta tecnología, aunque prefirió no dar detalles específicos. “Ya saben, obviamente tenemos planes”, expresó al referirse a la nueva CPU de 20 núcleos, pero agregó que “esperará para compartir más información”.

MediaTek, socio en el desarrollo del procesador, también contempla sus propias estrategias comerciales. Huang sugirió que MediaTek podría llevar la CPU al mercado de forma independiente. “Ahora ellos podrían proporcionárnoslo, y podrían guardárselo para ellos mismos y servir al mercado. Así que fue una gran situación de beneficio mutuo”, declaró.

El producto Project Digits no está orientado al mercado masivo, dado su precio de US$ 3.000 y su sistema Linux personalizado para desarrolladores de inteligencia artificial. Sin embargo, los rumores sobre la entrada de Nvidia al segmento de CPUs para consumidores comenzaron en octubre de 2023, cuando Reuters informó que tanto Nvidia como AMD trabajaban en procesadores basados en Arm con miras a lanzarlos en 2025.

Por ahora, Qualcomm domina el mercado de CPUs Arm para PCs con Windows, impulsado por el lanzamiento de los procesadores Snapdragon X Elite en 2024. Estos chips ofrecieron niveles de rendimiento y eficiencia energética anteriormente exclusivos de las MacBooks de Apple, aumentando la presión sobre los sistemas x86 de Intel y AMD.

El año 2024 consolidó el potencial de Windows en Arm, y la creciente competencia de Nvidia y otros fabricantes podría convertir a 2025 en un punto de inflexión para la disputa entre las arquitecturas x86 y Arm.