En declaraciones a EFE, y utilizando un símil bélico, la investigadora María Jesús Perles manifestó: "se trata de conocer dónde se esconde el enemigo, de qué cantidad de munición dispone y qué vías usa para desplazarse. La información marca la diferencia entre salir a disparar al aire con los ojos vendados o hacerlo con una estrategia, un mapa y una mirilla telescópica".
Esta plataforma se puso ya a disposición de administraciones públicas, empresas, ong y organismos internacionales y está siendo utilizada, además de España, en varias provincias de Argentina para calcular riesgos y mejorar la gestión de la pandemia.
En España varias universidades han incorporado la plataforma, que se va a compartir además con numerosas universidades de América Latina y con la Organización Panamericana de Salud.
La respuesta diseñada por la Universidad de Málaga utiliza la tecnología de la multinacional Esri, especializada en sistemas de información geográfica y cuyos sistemas están son empleados por varios organismos internacionales, ejércitos, administraciones y ong para combatir la crisis generada por el nuevo coronavirus.
Expertos de la Universidad de Málaga y de la Asociación Española de Geografía asesoran a las administraciones que quieren utilizar esta tecnología para mejorar la gestión de la crisis, y ya se han organizado grupos de trabajo en diecisiete universidades españolas para aplicarla.
La empresa Esri ha programado hoy una reunión virtual para que los expertos de la Universidad de Málaga (UMA) y de la Asociación Española de Geografía -además de los propios especialistas de la multinacional- expliquen el funcionamiento de esa plataforma y cómo se puede adaptar a cualquier ciudad o territorio.
La profesora María Jesús Perles, responsable del equipo de investigación de Análisis del Riesgo de la UMA, ha explicado a EFE que esta plataforma ofrece datos con un alto nivel de detalle sobre el comportamiento espacio-temporal del contagio en todo el territorio y que esa información es imprescindible para actuar eficazmente contra el virus.
La plataforma se nutre de datos básicos (siempre anónimos) sobre domicilio y fecha de afección de los afectados pero accesibles a los investigadores con una serie de condiciones, y tras un complejo procesado y análisis permiten generar mapas sobre los que calcular los riesgos y tomar decisiones.
Esos mapas, precisó María Jesús Perles, permiten ubicar los focos de contagio más peligrosos, en qué áreas transitan las mayores concentraciones de potenciales positivos asintomáticos, cuáles son los sitios más idóneos para realizar los test o dónde deberían intensificarse las labores de limpieza y desinfección.
La profesora destacó la importancia de esos datos en la fase de "desescalada" para detectar de forma temprana "y muy precisa" en el espacio los posibles rebrotes, para organizar la movilidad de la población ante el desconfinamiento de una forma "informada e inteligente", o para comparar las necesidades y los recursos disponibles de los hospitales y las residencias de ancianos.
La profesora María Jesús Perles ha observado que la situación es "inédita" y no hay referentes previos comparables en el ámbito de la epidemiología o las geografías médicas, por lo que es importante generar estudios "potentes" y con casuísticas muy variadas, y ha hecho un llamamiento a los investigadores de Geografía de todo el país para que repliquen esta metodología para aplicarla en sus territorios.
La directora general en España de la multinacional Esri, Ángeles Villaescusa, ha destacado que el diseño de la Universidad de Málaga es pionero en la creación de un modelo de geoprocesamiento para gestionar la "desescalada" en un país, y ha recordado que desde que comenzó la crisis numerosos organismos nacionales e internacionales, entre ellos la Organización Mundial de la Salud, están utilizando la tecnología de esta empresa para orientar sus decisiones.
En declaraciones a EFE, Villaescusa destacó la importancia de contar con modelos matemáticos de pronóstico que guíen las políticas y ayuden a planificar la respuesta hospitalaria, las medidas de distanciamiento social y su impacto en la propagación de la enfermedad.
La empresa cedió de forma gratuita su tecnología a todos los organismos públicos y privados para mejorar la gestión de la crisis, y su directora ha subrayado el interés de conocer cómo se mueve la población para entender la propagación de contagios, prever zonas de riesgo y organizar la "desescalada" "teniendo en cuenta los riesgos económicos y siempre desde la perspectiva de la seguridad de salud".
Raúl Casado / EFE