El robot de la compañía japonesa se basa en un estudio realizado por la Universidad Tecnológica de Toyohashi (Japón) que explora la idea de un "robot vulnerable" para lograr lo que denominan "una nueva forma de felicidad", alegrando a las personas de forma no intencionada.
Tener un robot vulnerable que muestra su debilidad y sus imperfecciones en lugar de ocultarlas, como Nicobo, hace aflorar la "amabilidad y la compasión" en las personas a su alrededor, según las conclusiones del estudio y como ha destacado Panasonic en un comunicado.
Por ello, Nicobo "no hace muchas cosas bien" según reconoce su fabricante, pero realiza acciones como mover la cola cuando el usuario lo acaricia, algo que detecta mediante sensores de presión, y expresa gestos de agradecimiento a través de los ojos. Es capaz de 'encariñarse con su propietario' cuanta mayor cercanía perciba.
Nicobo tiene un vocabulario muy limitado al inicio, ya que solo puede decir una palabra, 'moko', pero con el tiempo aprende nuevas palabras para llamar al usuario, aunque su léxico es similar al de un niño pequeño. El robot solo puede moverse sobre sí mismo para detectar a su propietario mediante la cámara que equipa en su nariz.
Sus imperfecciones afectan también a su humor, ya que en determinados momentos Nicobo ignora los ruidos que emite el usuario y no se gira para mirar, mostrando cierta distancia, o bien opta por expresar su malestar mediante flatulencias.
El dispositivo cuenta con una base de carga y para utilizarse requiere estar conectado a Internet mediante WiFi y utilizar una aplicación móvil.
Nicobo se está financiando actualmente en Japón a través de una campaña de micromecenazgo, y se venderá por un precio de 310 euros (39.800 yenes), con seis meses de uso gratuito y después 7,65 euros al mes (980 yenes).
Con información de Europa Press