The Game Awards, la ceremonia anual que festeja los hitos y videojuegos más destacados del año celebró su décima edición el jueves 12 de diciembre. El evento, según informó Variety, alcanzó 154 millones de visualizaciones y se posicionó como el evento estadounidense más visto del mundo, con una diferencia de 36 millones de visitas con respecto al segundo evento más visto, el Super Bowl.

La ceremonia, con una duración de cuatro horas, se paró por encima del Super Bowl (118 millones de visitas), los Academy Awards o premios Oscar, Grammy's, Major League Baseball World Series y los VMAs (Video Music Awards), todos ellos con un número de visualizaciones por debajo de 30 millones. 

Según Reggie Fils-Aimé, expresidente ejecutivo de Nintendo of America (la franquicia norteamericana de la desarrolladora japonesa de videojuegos), sostuvo que los Game Awards son “el evento global de entretenimiento más importante de nuestro tiempo, sorprendentemente más grande que el evento principal de la NFL (National Football League)”. 

A diferencia de los otros ejemplos, este evento fue el único en no tener acuerdos exclusivos con ninguna plataforma en cuanto a transmisión. Los Game Awards tuvieron transmisiones en una amplia cantidad de redes sociales y servicios de streaming, desde YouTube, Twitch y Steam (plataforma de juegos para computadora) hasta Tiktok Live, Instagram y X.

En comparación con su anterior edición, la premiación tuvo un aumento de 31% a nivel de visitas. A su vez, Geoff Keighley (anfitrión del evento) subió una encuesta a X pidiendo a la audiencia que evalúe con una nota alfabética que va desde la hasta D o "peor”. De acuerdo con la votación, estos fueron los primeros Game Awards en haber recibido la puntuación máxima, lo que apunta a que la audiencia se fue conforme con los resultados, anuncios y muestras de afecto y talento a lo largo y ancho de la creciente industria de los videojuegos.