La NASA y Boeing aún no tienen una fecha para el retorno de la Starliner y de sus dos tripulantes, quienes se hallan en la Estación Espacial Internacional (EEI) desde el pasado 6 de junio, pero están confiados en que podrán hacerlo a bordo de la nave fabricada por la firma privada.

“Volveremos a casa cuando estemos listos”, señaló este jueves el gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, Steve Stich.

Durante una teleconferencia, el directivo dijo que en las últimas dos semanas han hecho varias pruebas en las que han obtenido “grandes progresos”, no obstante todavía no pueden dar una fecha para el regreso de la misión.

La misión tripulada de prueba despegó el pasado 5 de junio desde una plataforma de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida (EE. UU.), y al día siguiente se acopló en el módulo Harmony de la EEI.

Durante el trayecto y poco antes de encajar en la estación, los miembros de la misión descubrieron fallos técnicos en el sistema de propulsión de la nave, un hallazgo que influye en el retorno de la Starliner ya que durante la separación de la EEI se encienden algunos de esos motores para ponerse en la órbita de regreso.

Durante estos días, los ingenieros de la agencia espacial estadounidense y de Boeing han estado trabajando en la localidad de White Sands, en Nuevo México, y efectuado pruebas en tierra de un motor del sistema de control de reacción de la Starliner, hechas en condiciones similares a las que experimentó la nave cuando se aproximó a la EEI.

Stich señaló que ello les ha permitido encontrar las causas de los fallos técnicos, los cuales están relacionados con cintas aislantes.

Agregó que este fin de semana van a probar 27 de los 28 propulsores de la nave, que se mantiene acoplada a la EEI, para de este modo revisar las fugas de helio que también fueron descubiertas tras el despegue de la que es la primera misión espacial tripulada de Boeing.

El directivo de la NASA anunció también que las baterías de la cápsula, que contaban con una autorización para operar por 45 días, han recibido aprobación para extender su vida útil hasta los 90 días, es decir hasta principios de septiembre.

Los jefes de la misión esperan poder entregar a la agencia espacial estadounidense hacia finales de la próxima semana una revisión de las pruebas hechas hasta el momento y de los análisis de datos.

¿Otro vehículo espacial?

Cuestionados sobre la posibilidad de que los dos tripulantes de esta misión, los astronautas de la NASA Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams, regresen a bordo de otro vehículo espacial, Stich y el vicepresidente del Programa de Tripulación Comercial de Boeing, Mark Nappi, señalaron que la prioridad es completar la misión con la Starliner.

“Nuestra labor es proveer un vehículo seguro para el retorno de la tripulación”, dijo Nappi, quien se mostró muy confiado en que se logrará esa meta.

“Tenemos planes de contingencia, sabemos cuáles son, pero ahora mismo nuestro foco es traer a Butch y Suni en la Starliner”, ahondó Stich.

Al mismo tiempo, aludió al “lujo” de contar con “dos sistemas” que forman parte del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, como son la Dragon de SpaceX y la nave de Boeing, pero reiteró que el equipo está enfocado en la Starliner.

El éxito de la misión CFT (siglas de Crew Flight Test), que tenía una duración inicial de unos 10 días, supondrá para la NASA contar de manera formal con un segundo proveedor, después de SpaceX, para el transporte de misiones tripuladas y de carga al laboratorio orbital, en virtud de contratos suscritos con ambas firmas privadas en 2014.

EFE