El dueño de la empresa SpaceX, Elon Musk, confirmó en la tarde del domingo que tras el exitoso lanzamiento de su cohete reutilizable Starship, el propulsor está en “muy buen estado” como para poder volver a volar.
En la mañana del mismo día, sucedió la quinta prueba del Starship, que consiguió poner en órbita el módulo y probar un sistema que usa el sistema de comunicación Starlink para, por primera vez, mantener comunicación con el módulo orbital en la fase de reentrada, algo que hasta ahora ningún vuelo espacial ha conseguido.
El módulo orbital —es decir, la cápsula de la nave que sale al espacio— consiguió sobrevivir a las presiones y las temperaturas extremas de la reentreada y amerizó de manera controlada y “suave” en un punto predefinido en el océano Índico una hora después del lanzamiento, aunque explotó, algo que estaba previsto.
En el caso del cohete, el componente retornó y fue anclado de nuevo. Musk publicó en X que lo vio “bárbaro” aunque presentó algunos imperfectos. “Algunas partes de la boquilla exterior del cohete fueron doblados por el calor extremo y otras inconveniencias menores, pero son fáciles de reparar”, escribió el magnate.
Just inspected the Starship booster, which the arms have now placed back in its launch mount. Looks great!
— Elon Musk (@elonmusk) October 14, 2024
A few outer engine nozzles are warped from heating & some other minor issues, but these are easily addressed.
Starship is designed to achieve reflight of its rocket… pic.twitter.com/oWZoOOfHmk
Según explicó el también dueño de X, Starship está diseñado para que en menos de una hora esté siendo relanzado en otro vuelo. “El propulsor vuelve en unos cinco minutos, así que el resto del tiempo es para recargar el combustible y anclar la nave al cohete”, concluyó Musk.
Con información EFE.