Seguramente antes de la pandemia hubiese sido impensado que científicos uruguayos tuvieran su placa en el Espacio de los Soles de la peatonal Sarandí. Gonzalo Moratorio y Pilar Moreno, virólogos encargados del Laboratorio de Evolución Experimental del Virus del Instituto Pasteur, que son egresados y docentes de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (UdelaR), serán homenajeados cuando se instalen dos baldosas con sus respectivos nombres en ese lugar.
Los investigadores ven esta distinción “como un reconocimiento al aporte de la ciencia en pandemia”, más allá de sus nombres. En diálogo con Montevideo Portal, los científicos hablaron sobre la visibilidad de la ciencia, la necesidad de invertir pensando a futuro, la situación sanitaria actual y la importancia de la tercera dosis de la vacuna anticovid, entre otros temas.
Montevideo Portal: ¿Cuál es el análisis de la situación sanitaria en un contexto de llegada de turistas por las finales de competiciones internacionales?
Pilar Moreno: En este momento Uruguay está en una situación en la que tiene la epidemia bajo control. La tasa de vacunación es muy alta, tenemos más del 70% de personas vacunadas con dos dosis y cerca de 40% con tercera dosis. Sabemos que a partir de julio entraron todas las variantes de preocupación que estaban circulando en el mundo a raíz de los viajes que sucedieron durante las vacaciones. Sabemos que delta entró y se volvió la variante principal, básicamente porque es la variante que tiene mayor capacidad de transmitirse, se transmite más fácil, y desplazó a la variante gamma que era la que circulaba antes. Claramente la alta tasa de vacunación amortiguó la dispersión de delta y el aumento significativo de casos que hasta el día de hoy no ha ocurrido. En el caso del contexto de finales internacionales (próximamente se viene la de la Copa Libertadores) va a entrar mucha gente, vacunada con test negativo. Ya entraron todas las variantes, la vigilancia genómica la tenemos que seguir haciendo por si eventualmente pudiera surgir una variante nueva. Que la situación esté bajo control no quiere decir que nos tenemos que olvidar o relajar, tenemos que seguir alertas y siguiendo de cerca cómo evoluciona la pandemia y, sobre todo, que no aumenten las hospitalizaciones y las muertes, que es el gran problema que ha tenido este virus, el colapso del sistema de salud.
Gonzalo Moratorio: La sensación es esa. También hay que entender un poco el comportamiento humano. Es algo que ha pasado en el mundo entero, las primeras dos dosis han tenido un ritmo y una velocidad, por parte de distintas poblaciones del mundo, en acudir y tenerlas. El análisis que haría de forma personal es que luego de la segunda dosis, y transcurrido el tiempo, se ve que la vacunación es la principal arma con la cual bajaron las muertes, hospitalizaciones y demás. Las personas también, una vez más, esa percepción de riesgo empieza a bajar, porque naturalmente uno se siente ya con defensas. Eso hace, tal vez, que esa tercera dosis tenga este comportamiento por parte de la población. No pasa solo en Uruguay, pasa en Estados Unidos u otros lados, que la adhesión a las dos dosis es mucho mayor que a la tercera dosis. Yo creo que la tercera dosis es clave para mantener el estatus sanitario que tenemos. Estoy hablando de la tercera dosis en adultos, en los programas que ya están aprobados por el ministerio (de Salud Pública) a través de las sugerencias de la comisión ad hoc de vacunación. Creo que con el diario del lunes la tercera dosis no es de refuerzo, porque si hubiésemos tenido el tiempo de entender la dinámica que la vacuna genera en nuestro sistema inmunológico para combatir este virus hubiese sido una vacuna de tres dosis.Esto no tiene nada de atípico, ya que existen vacunas de tres dosis, como por ejemplo la vacuna de hepatitis B, donde la primera dosis difiere de un mes de la segunda y la tercera dosis de seis meses. Exactamente igual a lo que está pasando acá. Lo convencional, clásico, y mínimo necesario para estimular y luego seguir despertando, y generando memoria en el sistema inmunológico es el régimen de dos dosis. Con esta tercera dosis el tiempo que vamos a estar protegidos va a ser mucho mayor.
MP: Se ha hablado de una situación de endemia, ¿alcanzamos ese estatus? ¿Qué significa?
GM: Estamos en un problema a nivel planetario y para hablar de endemia, con la globalización que existe, esa endemicidad debe ser conseguida en los diferentes países del mundo, en todos los distintos rincones que existen. Para eso es claro que va a ser eso muy gradual, y muy lento, dado que los países no prósperos tienen una no-equidad en cuanto a la posibilidad aún de poder distribuir y hacerse de las vacunas. Creo que es un proceso gradual, muy lento y que contempla al planeta. Saliendo de las discusiones, creo que el mensaje que quiso decir (Daniel) Salinas es válido y el mensaje que quiso dar Rafael (Radi) también es válido. Al final del día, creo que ambos convergen en algo que también creo que todos hoy entendemos y es que estamos en una fase donde el virus circula y tenemos que aprender a convivir con el virus. Convivir con otro grado de defensas gracias a la vacunación, principalmente. Es necesario pensar también en drogas antivirales, ya aprobadas, para este virus.
PM: La endemicidad, como decía Gonza, se basa en que el virus sigue circulando en la población sin causar casos graves ni grandes brotes. Esto es un problema global y llevarlo solo al Uruguay es complejo, pero podríamos decir que estamos camino a estar en un estado de endemicidad del virus. A veces es difícil estructurar las situaciones en algo muy rígido, ya que estas definiciones no son muy rígidas. Tenemos un control relativo de la situación, ya que la situación de la región es diferente en cuanto a circulación del virus, brotes y tasas de vacunación. Si ampliamos al mundo sabemos que en el resto del mundo solo el 3% de las personas de países de bajos recursos están hoy en día inmunizados. Si lo comparamos con Uruguay son situaciones muy dispares globalmente hablando.
MP: ¿Será necesario revacunar a la población en 2022? ¿Cuáles son los escenarios posibles?
PM: Hay que pensar que los primeros que se empezaron a vacunar en el mundo fueron en diciembre de 2020. Lo que ya se vio es que después de dos dosis hay un descenso del nivel de anticuerpos, lo que ocurrió en Israel, esto se relacionaba con un aumento de casos. Siempre decimos que la medida de anticuerpos es una parte de la respuesta inmune generada por las vacunas, que generan una respuesta inmune bastante más amplia que solo anticuerpos. Ahora lo que tenemos que seguir viendo es qué es lo que pasa después de esta tercera dosis y seguir evaluando. Lo que tiene esta pandemia, y este virus, es que aprendemos en tiempo real, a medida que va pasando el tiempo. Probablemente al principio de la pandemia se hicieron cosas que hoy sabemos no tenían mayor función o consecuencia, pero uno va aprendiendo en el camino y de lo que se hizo mal. Sabemos qué pasó a los seis meses de la segunda dosis y ahora tenemos que ver qué es lo que va a pasar a partir de la tercera.
GM: Basándose en la hipótesis de una estructura de tres dosis yo sugiero que la inmunidad va a ser más larga, duradera, robusta. Por lo tanto, es importante también entender que tenemos otro tipo de modelos que tienen lugar en la vida real, que son otros virus respiratorios. Un caso semejante es el del virus de la gripe, de la influenza, en el cual se requiere, en función de los cambios de virus, una actualización de las vacunas para que sigan siendo efectivas. Muchos virus respiratorios demandan la actualización de vacunas, basadas en las estirpes circulantes en el mundo. Ese es otro motivo para seguir siempre la genómica en tiempo real, el intentar seguir los pasos del virus, para poder anticiparnos al movimiento. Es una cuestión de ver, pero no sería para nada absurdo que tal vez en el año siguiente se deba tener otra dosis. Hoy principalmente todas las vacunas atacan a la estirpe original que surgió en China (Wuhan), siguen siendo muy efectivas contra todas las variantes. Eso en parte es porque existen virus de RNA que generan lo que se conoce como serotipos, que son distintos virus desde el punto de vista de las proteínas, bastante diferentes. El SARS-CoV-2 no presenta serotipos, en general los coronavirus no presentan serotipos y eso hace que las vacunas sigan siendo muy eficientes más allá de que el virus intenta cambiar en la misma proteína que utilizamos para diseñar las vacunas, la famosa proteína spike. Lo que hay que hacer es tener en cuenta todos estos elementos y ver si será necesaria una actualización de las vacunas, quizás en delta u otras estirpes, por ejemplo.
PM: Más allá de que estamos en una buena situación es necesario seguir con la vigilancia genómica en tiempo real por la eventual emergencia de una variante nueva, y eso no es para alarmar porque es parte de la biología del virus. El virus fue como cambiando y de alguna manera fue adoptando herramientas que le dieron alguna ventaja. Eso lo hace de forma natural y los cambios que le dan alguna ventaja al virus son los que van a expandirse más rápidamente. Esto pasó con la variante de Manaos (P.1), que cuando llegó a Uruguay rápidamente desplazó a las otras variantes y lo mismo con delta que desplazó a la variante P.1. Esto es algo que tenemos que seguir evaluando, porque el virus al seguirse multiplicando en diferentes organismos puede generar mutaciones que pueden darle alguna ventaja. Tenemos que estar atentos a eso y hacer el seguimiento de ver que las vacunas siguen siendo efectivas contra las variantes que se van generando, ese es un trabajo que va a continuar en el tiempo porque es un virus nuevo y necesitamos saber cómo se va a seguir comportando.
MP: Pronto recibirán un reconocimiento con sus nombres en la peatonal Sarandí. ¿Qué significa en este contexto de visibilidad de su trabajo, con incremento de matriculación en la Facultad de Ciencias?
PM: Tanto Gonza como yo lo vivimos como un reconocimiento al aporte de la ciencia en la pandemia, más allá de nuestros nombres. Esto fue posible gracias al trabajo de mucha gente, estudiantes de grado, de posgrado e investigadores consolidados que trabajaron de forma ardua, sobre todo en la primera etapa, para lo que fue el combate de la pandemia. Antes hubiese sido impensado que alguien de la ciencia esté representado en esos soles y eso es lo más positivo de la pandemia, que nombres de científicos puedan estar con nombres de personalidades de otras áreas. Realmente parece hasta increíble y un poco surreal.
GM: Lo veo como algo muy positivo para lo que es la profesión que para muchísimos de nosotros es más una forma de vida. Es algo netamente pasional, donde la inserción es compleja, no es una profesión bien paga. Cuando ponemos los tiempos de formación somos personas que usufructuamos becas de maestría, doctorado en el Uruguay, luego salimos. Hay mucha inversión en becas y demás, que lamentablemente siguen siendo muy precarias. Esta visibilidad es aire nuevo, un estímulo y un empuje muy lindo. Como docente de la Facultad de Ciencias me siento muy contento con el incremento de la matrícula, el despertar la curiosidad de investigar y las ganas de hacer ciencia. Hay países como Alemania, Francia y Estados Unidos que se dieron cuenta que el camino es el del conocimiento, donde la biología es la ciencia del siglo XXI, posiblemente a través de biotecnología. Esos países ya tienen planes de aumentar significativamente los programas para generar más ciencia, y ciencia pensando en prepararnos para estos episodios que cada vez van a ser más frecuentes. Todo lo que sea inversión seguida de forma robusta, con goles a seguir, con una gestión, con entender hacia dónde vamos, puede mejorar muchísimas áreas.
La ciencia debería ser transversal a las actividades humanas, así como son las finanzas. Si nosotros ponemos ciencia en actividades podemos hacer que los desarrollos sean más sustentables, amigables con el ambiente, más eficientes. Que esas actividades tengan como estandarte el concepto de una salud, de que tanto el medioambiente como los animales deben estar sanos para que nosotros estemos sanos en un contexto de globalización, superpoblación y de escasez de recursos. Creo no podemos dejar este tren y me hubiese gustado ver una mayor decisión de la clase política hacia invertir y fortalecer programas que hasta el día de hoy en Latinoamérica, cuando el promedio es de 0,6% y 0,7% del PBI, Uruguay está muy por abajo. Y no me estoy comparando con Europa ni Estados Unidos, me estoy comparando con los vecinos de la región, apenas llegamos al 0,4%. Países como España, que no es un país en Europa que tenga la solvencia económica como Francia y Alemania, o países como Argentina, con la crisis económica que tiene, ya firman acuerdos para gradualmente de acá a cinco años llegar a techos como puede ser el 1% del PBI. Hay que cuidar el sistema científico uruguayo, que es muy humilde, muy desatendido, hay que fortalecerlo y hacerlo jugar en muchos más lugares que lo académico.
PM: La pandemia trajo muchas cosas malas, pero dentro de las cosas buenas que tuvo fue la visibilidad que le dio a la ciencia. El llegar a la gente, que la sociedad pudiera entender lo que hacíamos y la importancia de lo que hacíamos. Estuvo buenísimo ver que podíamos hacer un aporte que era sustancial y la gente estaba interesada en saber lo que hacíamos. A raíz de esto también que se haya visibilizado todo el trabajo de otras áreas, no solamente en virología que es lo que trabajamos nosotros, sino la cantidad de investigaciones que hay tanto en la Universidad de la República, en el Instituto de investigaciones Biológicas Clemente Estable y el Institut Pasteur y que haya interés sobre eso.
Quizás por un lado no había interés del lado de la prensa, de políticos o la sociedad, pero tampoco nosotros salíamos a mostrar lo que hacíamos. El contexto dio para que haya interés y para que nosotros también nos animáramos a contar qué cosas podemos hacer y hacemos. En ese sentido, fue una ganancia. Con respecto a lo que decía Gonza, es importante pensar que con esta visibilidad y momento que tiene la ciencia se ha demostrado la importancia que tiene la inversión. Además de la inversión en ciencia y tecnología todo lo que es la inversión en educación. La base del sistema científico uruguayo es la UdelaR, que este año recibió un 17% más de inscripciones y la Facultad de Ciencias un 50% más de inscripciones. Y venimos de un año de pandemia donde los chicos van a llegar con menos formación, entonces la Udelar va a recibir con el mismo presupuesto a más estudiantes con menos formación. La inversión en educación para mantener todo ese sistema científico es fundamental y es algo que nos tenemos que proyectar y que no sean planes de Gobierno, que sean planes de Estado y traspasen a los gobiernos. Pensar en dónde queremos estar de acá a 20 años y que haya un consenso general para apoyar esto. Siempre hay urgencias y están los fuegos que apagar, pero hay un punto que hay que ponerse a pensar qué queremos para el futuro, si queremos seguir apagando fuegos o queremos ser un país diferente. Esa es una discusión que estaría bueno se diera.
GM: Algo paradójico y muy positivo de este momento es que diferentes científicos uruguayos, principalmente en áreas de lo que es la imagenología, hace poco recibieron proyectos por parte de la Fundación de Mark Zuckerberg y Priscilla Chan. Eso habla de un nivel científico muy bueno del país que está saliendo a competir para estos fondos, que claramente apuntan a Latinoamérica y otros lugares. La pregunta que dejo es, ¿cómo es posible que estos fondos, que en el mundo no son grandes, pero en Uruguay y la región son inmensos, superen en 10 veces o hasta más los fondos que nos dan las agencias nacionales para hacer investigación. Estos fondos no son para el bolsillo de uno o del laboratorio, son para salarios de estudiantes, para conseguir reactivos, para poder trabajar con modelos celulares o animales. Son fondos para poder utilizar equipos y tecnología de punta, que nos permita responder preguntas. Es muy difícil estar actualizado con respecto al mundo.
MP: ¿Qué líneas de investigación que habían dejado de lado por la covid-19 han retomado?
PM: En el momento en que empezó la pandemia paramos el laboratorio y todas las líneas de investigación, volcamos todos los recursos humanos que teníamos al SARS-CoV-2. Ahora hemos retomado; la realidad es que tenemos estudiantes de posgrado, maestría y doctorado que tienen un tiempo determinado para hacer sus tesis. Si bien se contemplaron prórrogas por el tema de la pandemia, hay un tema de edad y que cuanto antes terminen puedan seguir su formación. Tenemos que intentar que nuestros estudiantes no se retrasen en ese sentido, porque para conseguir plazas en el exterior la edad es un tema a considerar. Hoy los estudiantes han retomado sus líneas de investigación, en el laboratorio hoy tenemos 12 estudiantes, entre estudiantes de maestría, doctorado, posdoctorado y técnicos. Una de las líneas, que vamos a mantener por un tiempo es la de SARS-CoV-2. Es una línea que empezó con la pandemia y creemos es importante el aporte que se puede seguir dando eventualmente. Tenemos un estudiante de doctorado trabajando en todo lo que es la vigilancia genómica, en desarrollar herramientas que permitan la detección de variantes de preocupación y todo lo que es la secuenciación genómica del virus. Además, retomamos otras líneas, una que compartimos con Gonzalo y dos estudiantes de doctorado, que es la generación de virus que diseñados y modificados genéticamente puedan hacer un tratamiento alternativo contra el cáncer. Los estudiantes están volviendo al ruedo de sus trabajos, que era lo que queríamos.
GM: Entre otras líneas está entender cómo mutan los virus y los genomas de los virus pueden amortiguar esas mutaciones. También el entender cómo los virus transmitidos por mosquito pueden ciclar y replicar, por ejemplo, en un mosquito que está a 28 grados y luego replicar en un mamífero que está a 37 grados, en un vertebrado o un invertebrado. Esas son instancias evolutivas gigantescas para de alguna manera también mediante ingeniería genética, biología sintética, poder sacarle las atribuciones a esos virus, como puede ser el dengue, chikungunya o zika. Sacarle las capacidades de replicar cómodamente en mamíferos y en humanos, por ejemplo. El laboratorio tiene un gran tema, por sobre todas las cosas, que es entender cómo los virus evolucionan y bajo ese paraguas hay diferentes tópicos. Uno de esos tópicos es utilizar los virus como herramientas para combatir enfermedades, y también diseñar diferentes estrategias antivirales, por sobre todas las cosas, siempre estudiando la dinámica población viral desde un punto de vista evolutivo y un abordaje experimental.