En medio de las preocupaciones sobre las emisiones y la dependencia de otros países para el suministro de energía, muchas naciones europeas están recurriendo a la tecnología ya existente para calentar los hogares.
El continente ya alberga numerosos centros de datos administrados por algunas de las empresas tecnológicas más grandes, que consumen grandes cantidades de energía para mantener calientes las computadoras y servidores Frío.
La enorme cantidad de calor generado como subproducto del almacenamiento de nuestras siempre crecientes bases de datos generalmente se disipa mediante el uso de unidades de aire acondicionado o torres de enfriamiento, lo que significa que ese calor se desperdicia. Mientras tanto, leemos cada día acerca de la posible crisis de calefacción en Europa debido a los problemas de suministro causados por la invasión rusa de Ucrania.
Ahora, cada día más centros de datos comienzan a aprovechar el exceso de calor que generan para calentar casas y edificios.
En Dinamarca, por ejemplo, Meta comenzó a recuperar el calor excedente de su centro de datos de Odense en 2020, y espera poder calefaccionar el equivalente a 11.000 hogares en este 2023.
Microsoft, Apple y Amazon ya han comenzado a planificar acciones similares, mientras que Alphabet, empresa amtriz de Google, también se ha comprometido a explorar las oportunidades relacionadas.
Diez centros de datos en Países Bajos ya están conectados a sistemas de calefacción urbana, que distribuyen el exceso de calor a las casas y edificios cercanos, con otros quince en proyecto, según informa la web especializada Techradar.
El uso de centros de datos para calentar hogares tiene numerosos beneficios. Reduce la demanda de combustibles fósiles y potencialmente puede disminuir las emisiones de dióxido de carbono, ya que los centros de datos a menudo ya funcionan con fuentes de energía renovable, como la energía solar y eólica.
En Francia y Dinamarca, los gobiernos nacionales y locales han introducido incentivos fiscales para el uso más inteligente del exceso de calor, mientras que algunos permisos de construcción exigen la recuperación del calor adicional.
Además de calentar hogares, los centros de datos también se utilizan para calentar invernaderos, lo que permite a los agricultores cultivar durante todo el año.
El uso de centros de datos para calentar casas y edificios se está volviendo cada vez más popular en Europa y se espera que se expanda en los próximos años. Es una forma rentable y respetuosa con el medio ambiente de calentar hogares y otros edificios, y demuestra las muchas formas en que se puede utilizar la tecnología para abordar algunos de los desafíos recientes a los que se enfrenta el continente y, de hecho, el mundo.