Resultado “accidental” de una imagen generada por inteligencia artificial (IA), su rostro demoníaco e hinchado invadió las redes sociales: la artista Supercomposite contó a la AFP cómo su criatura, Loab, la obsesionó y luego la agotó.
Viralizado en redes sociales hace dos años, el rostro que parece salido de una película de horror fue aclamado en medios internacionales como una “forma de expresión que no existía antes”, “inquietante”, que ha generado “largas conversiones éticas y sobre la estética, el arte y la tecnología”.
Fue en abril de 2022 que aparecieron esas mejillas rojas y tez cerosa. Supercomposite, nombre real de Steph Maj Swanson, vive en Suecia y está probando las nuevas posibilidades que ofrece la IA.
Herramientas de aprendizaje automático como Midjourney, Stable Diffusion o DALL-E han permitido recientemente generar imágenes a partir de una simple descripción escrita llamada “prompt”.
Swanson explora el concepto de las llamadas peticiones negativas, pensadas para excluir un elemento de la imagen.
La artista de 32 años decidió probar la IA con una petición muy abstracta. Al teclear el prompt negativo “Brando::-1”, pidió a la herramienta producir un resultado lo más diferente posible de... Marlon Brando.
“Básicamente intento obtener lo contrario de cualquier cosa”, explicó en una entrevista con AFP durante el Chaos Communication Congress, que cada fin de año congrega a hackers de todo el mundo en Hamburgo, Alemania.
Universo “macabro” y “sangriento”
El opuesto del actor estadounidense produjo un logo negro sobre el cual aparece en letras verdes “Digita Pntics”.
Cuando vuelve a pedir lo contrario de ese logo con el prompt “Digita Pntics skyline logo::-1” aparece por primera vez la imagen de una mujer “realmente triste e inquietante con los cabellos largos y mejillas rojas”.
Si se repite la acción se obtiene el mismo resultado, entonces aparece la palabra Loab en letras truncadas: la criatura digital tiene nombre.
Fascinada por su descubrimiento, Swanson repitió el ejercicio combinando Loab con otras imágenes creadas por IA, como la de una amiga generada a partir de la indicación “túnel de cristal hipercomprimido rodeado de ángeles al estilo de Wes Anderson”.
Incluso con imágenes diferentes, dice la artista, “me la repetía una y otra vez. ‘Infectaba las imágenes’ en el sentido que era difícil ‘diluirla’. A veces reaparecía después de haber desaparecido (...) Eso era lo más aterrador”.
Aún más inquietante, Loab aparecía regularmente al lado de niños, a veces descuartizados”, siempre en un mundo “macabro” y “sangriento”. Tanto así que Swanson decidió no mostrar nunca algunas de las 900 imágenes generadas.
“Me obsesioné tanto que quería ver hasta dónde podía llevar a la modelo”, dijo. La existencia de Loab fue revelada por primera vez en septiembre de 2022 en Twitter, ahora X.
??: I discovered this woman, who I call Loab, in April. The AI reproduced her more easily than most celebrities. Her presence is persistent, and she haunts every image she touches. CW: Take a seat. This is a true horror story, and veers sharply macabre. pic.twitter.com/gmUlf6mZtk
— steph maj swanson (@supercomposite) September 6, 2022
“Se volvió viral, mi vida cambió”, contó la artista de cabellos cortos y gafas redondas.
Se desconocen los motivos de la aparición recurrente de ese personaje inquietante. Entender cómo interpreta una IA generativa las peticiones abstractas es una tarea imposible, según los especialistas.
“Cosas bastante insulsas”
Swanson nunca quiso revelar el nombre de la herramienta utilizada para no “desviar la atención de su arte al de los fabricantes”.
El precio de su decisión son dudas sobre la autenticidad de su origen.
Algunos internautas sospechan que Loab es un “creepypasta”, término anglófono que designa una historia de horror divulgada por internet, una especie de leyenda urbana digital inventada para infestar las redes sociales.
Finalmente, harta de su creación, la artista lleva más de un año sin tocar a Loab. Dejó temporalmente de crear imágenes de IA para consagrarse a escribir un guión.
“Me agotó”, reconoció. “Se activa un circuito de dopamina en tu cerebro, es muy adictivo seguir pulsando ese botón para obtener resultados”.
Al final, Supercomposite cree que los resultados más interesantes son los obtenidos “por accidente” o “intentando engañar el modelo de IA”: “Si lo utilizas como quieren los fabricantes, generalmente obtendrás cosas bastante insulsas”.
Charlotte Houang / AFP