Como si no les bastara con crear una "plandemia" o "falsemia" con un virus que es de laboratorio, o quizá no existe, o las dos cosas (una suerte de virus de Schrödinger), vacunas con microchips y mejunjes varios, las "elites mundiales" parecen haber ideado una nueva estrategia para instaurar el "nuevo orden mundial" que les permita dominar el mundo que ya dominan: arrojar nieve artificial sobre un país entero.

Y por absurdo que parezca, científicos y plataformas de verificación de datos se vieron en la necesidad de salir a explicar un fenómeno natural luego de que varios videos grabados en España durante la borrasca Filomena se hicieran virales. En tales videos, se afirmaba que la nieve era falsa y de plástico, dado que en lugar de derretirse de inmediato se limitaba a ennegrecerse y soltar olor a "plástico quemado".
"Nos siguen engañando con todo", dice la protagonista de uno de los videos.

La científica española Mar Gómez, doctora en Físicas y meteoróloga, fue una de las primeras en salir a aclarar lo que estaba ocurriendo. En Twitter, señaló que cuando se aplica la llama a la nieve "no se derrite, sino que se sublima, pasa directamente a estado gaseoso".

El biólogo y divulgador Álvaro Bayón también detalló en un hilo de Twitter los motivos por los que la nieve del vídeo no se derrite: "El agua (incluso congelada) tiene un alto calor específico. Si la bola de nieve está apelmazada (eliminas el aire que hay entre los copos de nieve), el hielo está en contacto con... bueno, con más hielo. La llama la estás aplicando sobre un punto localizado, y la mayor parte del calor que recibe va a disiparse por el resto de la masa de hielo, sin llegar a derretirse, a causa de ese alto calor específico".

"Sin embargo, en el punto donde la llama impacta de forma más directa, el hielo, al pasar repentinamente de una temperatura muy baja a una muy alta, sufre un proceso (...) que es la sublimación, el paso de hielo a vapor sin pasar por la fase líquida", explica.


Según Bayón, si el experimento se hace con nieve en polvo, sin apelmazar, "parte de la nieve se derretirá y se infiltrará hacia el resto por capilaridad, como antes, y buena parte de ella sublimará".

El mismo fenómeno lo explicó en un vídeo el astrónomo Phil Plait en 2014, cuando circuló el mismo bulo en Estados Unidos.

En cuanto al tizne provocado por la llama, Mar Gómez explica que "es porque el combustible del mechero no termina de quemarse por completo y deja restos en la nieve", algo que también explica el olor a plástico quemado.

"Al usar un mechero estamos quemando un combustible (butano o gasolina), que contiene una interesante cantidad de impurezas que, al quemarse, forman hollín", explica por su parte Bayón.

"Es el hollín del combustible depositándose sobre la superficie (la bola de nieve, o el vidrio, la que sea). El olor, es lo mismo. El gas butano no huele, pero sí está mezclado con sustancias que sí huelen. El olor viene de esas impurezas que se están quemando", afirma el divulgador.