La red social X (antes Twitter) anunció este sábado que cierra la oficina en Brasil tras acusar al juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes de “amenazar” con encarcelar a sus representantes legales si no acatan las resoluciones judiciales.

La plataforma, propiedad del magnate Elon Musk, afirmó en un comunicado publicado en la misma red social que De Moraes “no respeta la ley ni el debido proceso”, al cursar órdenes “de censura” para eliminar contenido.

Por ello, X aseguró que cierra la oficina para “proteger” a sus empleados, aunque aclaró que la plataforma seguirá funcionando en Brasil.

“Sus acciones [de De Moraes] son incompatibles con un Gobierno democrático”, dijo la plataforma, que publicó una parte de una resolución judicial emitida el viernes en la que se vuelve a ordenar a X eliminar varios perfiles.

Last night, Alexandre de Moraes threatened our legal representative in Brazil with arrest if we do not comply with his censorship orders. He did so in a secret order, which we share here to expose his actions.

Despite our numerous appeals to the Supreme Court not being heard,… pic.twitter.com/Pm2ovyydhE

— Global Government Affairs (@GlobalAffairs) August 17, 2024

En el documento, el magistrado afirma que la empresa no atendió órdenes previamente cursadas e insiste en que, de no acatarlas, su representante en Brasil enfrentará una multa diaria de 20.000 reales (unos 3.600 dólares) y prisión por desobediencia.

El propio Musk añadió en otro mensaje que el magistrado “debe irse” y apoyó los llamados de la ultraderecha brasileña a iniciar un proceso de impeachment contra él.

De Moraes es el responsable de una investigación sobre la propagación de noticias falsas y, cuando presidió el Tribunal Superior Electoral, ordenó la retirada de cientos de publicaciones en X que cuestionaban la solidez del sistema electoral brasileño en el marco de los comicios de 2022.

Además, el magistrado lidera otra pesquisa contra el expresidente ultra Jair Bolsonaro (2019-2022) por su presunta participación en un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones ante Luiz Inácio Lula da Silva.

Estas acciones le han granjeado la antipatía de los partidarios del exmandatario y se ha convertido en un blanco frecuente de ataques durante las manifestaciones de la ultraderecha.

EFE