La verificación de cuentas concede a un perfil una marca azul que indica que esa cuenta es de interés público y que la persona que la gestiona es quien dice ser. Sin embargo, el sistema que empleaba la compañía generó polémica cuando en 2017 se descubrió que había concedido la marca a Jason Kessler, organizador de la marcha supremacista de Charlottesville, en Estados Unidos, que acabó con la muerte de una persona.
Siguiendo los nuevos requisitos, Twitter ya no obliga a tener una descripción de perfil ni una imagen de cabecera, porque los usuarios entendían estos elementos como "demasiado restrictivos", según detalla en una publicación en su blog oficial.
Para optar a este reconocimiento, las cuentas deben estar "completas", algo que define a partir de tres criterios: que tengan un correo electrónico un número de teléfono verificado, una imagen de perfil y muestren un nombre.
La aplicación de la nueva política ha comenzado este viernes el 22 de enero, momento a partir del cual la plataforma retirará la insignia azul a aquellas cuentas que, bajo los nuevos condicionantes, estén inactivas o incompletas.
Asimismo, la compañía incluyó en sus políticas nuevas categorías para los tipos de cuentas candidatas a la verificación. Si antes recogía aquellas que fuesen gubernamentales, de entretenimiento; de empresas, marcas y organizaciones sin ánimo de lucro; de noticias; de deportes; y de activistas, organizaciones y otros individuos influyentes, ahora añade también de periodistas, eSports y creadores de contenido digital.
Más adelante introducirá nuevas categorías para cuentas candidatas vinculadas a académicos, científicos y líderes religiosos, que por el momento se engloban en la categoría de activistas, organizaciones y otros individuos influyentes.
Los usuarios que no cumplan los nuevos requisitos para la verificación y puedan perder la insignia serán notificados de los cambios que deberán hacer para mantenerla y evitar la eliminación automática.
Con información de Europa Press