En los últimos meses, las señales se han acumulado con mayor velocidad. Google está tratando de matar los diez links azules (resultados de búsqueda del motor). Twitter le está dejando a bots y ticks azules. Un posteo de trabajo buscando un “editor IA” espera “resultados de 200 a 250 artículos por semana”. ChatGPT es usado para generar sitios enteros de spam. LinkedIn usa inteligencia artificial (IA) para estimular a usuarios cansados. La vieja web está muriendo, y la nueva lucha por nacer.

La web siempre está muriendo, por supuesto; lo ha hecho por años, matada por aplicaciones que desvian el tráfico de otras páginas web o algoritmos que recompensan supuestos períodos cortos de atención. Pero, en 2023, está muriendo de vuelta y hay un nuevo catalizador en juego: IA.

El problema, en términos generales, es este. Hace años, la web solía ser un lugar donde los usuarios hacían cosas. Páginas de inicio, foros y cadenas de correos electrónicos, y un poco de dinero con ello. Luego compañías decidieron que podían hacerlo mejor. Crearon plataformas complejas y abrieron sus puertas para que se una cualquiera. Pusieron cajas frente a nosotros y las llenamos con texto e imágenes, y la gente ve ese contenido. Las compañías, una vez que suficientes personas se agrupan, empezaron a hacer dinero en base a ello. Pero la IA cambia estas suposiciones.

Con dinero y cálculo, los sistemas de IA logran esto sin esfuerzo. Producen texto e imágenes en abundancia y pronto, también videos musicales. Su producción puede potencialmente reemplazar o superar a las plataformas de noticias, información y entretenimiento. Pero la calidad de estos sistemas es a menudo pobre y están construidos en una manera parasitaria para la web. Las compañías rescatan información de la web abierta y la refinan en contenido maquinado, que es barato pero poco confiable. Este producto entonces compite por atención con las plataformas.

En meses recientes, discusiones y experimentos en algunos de los sitios más visitados (Reddit, Wikipedia, Google) han revelado la tensión creada por la apariencia de los sistemas de IA.

¿Pero qué pasa si se deja que la IA tome el mando y empiece a darle información a las masas? ¿Qué diferencia hay?

La evidencia hasta ahora sugiere que degradará la calidad de la web en general. En la habilidad de la IA de recombinar textos, residen personas que crean la información subyacente, ya sea periodistas verificando información o usuarios de Reddit que han tenido un problema puntual y cuentan cómo solucionarlo. En contraste, la información producida por modelos de lenguaje de IA es a menudo incorrecta.

Los efectos de la IA en la web no son fáciles de resumir. En algunos casos, parece que la amenaza percibida de la IA es usada para justificar cambios deseados por otras razones. En otros casos, la IA es un arma en una lucha entre trabajadores que le dan valor a un sitio y las personas que lo dirigen. Hay otros dominios en los que la capacidad de la IA para llenar espacios tiene distintos efectos, desde experimentos de redes sociales con características de IA hasta sitios de compra y venta donde hay posteos generados por IA compitiendo con otros.

En realidad, los cambios que la IA está causando actualmente son los últimos de una larga lucha en la historia de la web. Esencialmente, es una batalla sobre información, sobre quién es exitoso, cómo se accede, y quién es pagado. Pero solo porque la lucha sea familiar no quiere decir que no importe, ni que garantice que el sistema en cuestión mejore. La nueva web se le dificulta el nacer y las decisiones que tomamos ahora condicionaran su crecimiento.

James Vincent / The Verge