Expertos chinos y libaneses revelaron que los mosquitos macho también se alimentaban de sangre hace unos 130 millones de años.
Un estudio liderado por un investigador de la Academia China de Ciencias y la Universidad Libanesa se basó en el hallazgo de los fósiles de mosquitos más antiguos conocidos: dos machos atrapados en trozos de ámbar que datan de hace 130 millones de años, durante el período Cretácico, y encontrados cerca de la localidad de Hammana, en el Líbano.
Dany Azar, el investigador libanés que dirigió el estudio, explicó que los fósiles “no solo arrojan luz sobre los orígenes de los mosquitos”, sino que también “revelan sus hábitos alimenticios durante las primeras etapas de su evolución”, recogió en las últimas horas el diario local China Daily.
“Los fósiles son del Cretácico Inferior. Durante este período, presenciamos cómo evoluciona el grupo de los mosquitos y esto nos da una idea sobre su hematofagia”, señaló Azar, citado por el rotativo.
Antes de los recientes hallazgos y su estudio, solo se sabía que las hembras de los mosquitos chupaban sangre, que necesitan para producir sus huevos.
Los machos, que carecen de piezas bucales que perforen la piel de otros animales, se alimentan principalmente de néctar y jugos vegetales.
Según el equipo de expertos, que publicaron sus hallazgos en la revista científica Current Biology, al menos algunos mosquitos macho antiguos tenían mandíbulas afiladas y un apéndice largo con cerdas dentadas, similares a las piezas bucales perforadoras de la piel de las hembras de los mosquitos actuales.
Pese a que se conoce la existencia de más de 3.000 especies de mosquitos, el conocimiento de sus orígenes y su evolución temprana es limitado.
Estudiar su evolución “es un reto debido a la falta de registros fósiles de insectos”, indicó Azar.
Según el investigador del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing Huang Diying, citado por China Daily, “cuando las angiospermas, o plantas con semillas vasculares, se hicieron abundantes, muchos mosquitos macho pasaron a alimentarse de néctar rico en energía, en lugar de sangre”.
EFE