El crecimiento de las explotaciones de minería de tierras raras en África (bauxita, níquel, litio o cobalto) supone un peligro para cerca de 180.000 gorilas, bonobos y chimpancés que habitan en zonas cercanas a las minas, y suponen en total un tercio de la población de simios del continente.
Así lo pone de manifiesto un estudio que recoge este miércoles la revista Science Advances, y que ha sido elaborado por científicos del Centro de Investigación Integrativa de la Biodiversidad (iDiv) y la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg (Alemania), así como de la organización conservacionista estadounidense Rewild.
Impacto subestimado
Sus conclusiones se basan en la puesta en común de datos de explotaciones mineras operativas en 17 países africanos con estimaciones de densidad de las poblaciones de simios y ponen de manifiesto "que el impacto de esta minería para la biodiversidad se ha subestimado".
Los yacimientos para extraer minerales de tierras raras, muy usados en tecnologías de comunicación (móviles o tabletas) o de desarrollo limpio (baterías de coches eléctricos o paneles solares), son conocidos por sus impactos nocivos en el medioambiente, ya que requieren desde destierres enormes a la construcción de grandes balsas de agua y balsas de químicos para extraer los minerales.
En Europa, de hecho, los intentos para extraer este tipo de minerales han tenido una enorme contestación social en la última década, derivando en la no proliferación de los proyectos.
Los más afectados
En el caso del impacto sobre los simios en África, los investigadores definen un radio de 10 kilómetros respecto a la mina para estimar el directo (por destrucción de hábitat y contaminación lumínica y acústica) y de 50 kilómetros para el indirecto, relacionado con el aumento de la actividad humana cerca de los yacimientos.
Entre esos impactos indirectos, se han fijado en las carreteras e infraestructuras construidas para acceder a las explotaciones o para que su ubiquen los trabajadores de las mismas.
Con base en esos radios, los científicos han visto que las poblaciones de simios más afectadas por la minería de tierras raras son las de Liberia, Sierra Leona, Mali y Guinea, siendo estas últimas las más impactadas, en el 83 % de sus simios (entre ellos unos 23.000 chimpancés) viven en zonas donde se está practicando esta minería.
Los investigadores advierten de que "las zonas más sensibles para los simios", con densidades altas de poblaciones que viven en áreas de explotaciones mineras, "están desprotegidas".
El impacto en las poblaciones podría ser mayor del que se piensa dada "la falta de transparencia que suele caracterizar a las compañías mineras", señala Jessica Junker, investigadora de Rewild, quien cita como ejemplo el hecho de que el 97 % de las áreas mineras estudiadas no tengan datos de las poblaciones de simios en su área de influencia.
Hábitat cruciales
Los investigadores también estudiaron cómo se cruzan las zonas mineras con lo que se considera regiones cruciales para la biodiversidad más allá de los simios, viendo que un 20 % de las mismas están afectadas por este tipo de explotaciones mineras.
"Las empresas que operan en estas zonas deberían contar con planes de mitigación y compensación adecuados para minimizar su impacto, lo que parece poco probable, dado que la mayoría de las compañías carecen de datos de referencia sólidos sobre las especies, necesarios para fundamentar estas acciones", afirma el Dr. Tenekwetche Sop, portavoz de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El estudio sostiene que las empresas mineras "rara vez tienen en cuenta y mitigan sus impactos en la biodiversidad", y cuando lo hacen solo tienen en cuenta acciones de compensación durante el periodo de explotación de la mina, a pesar de que el daño causado en las poblaciones de simios persista en el tiempo.
"Actualmente no hay ningún ejemplo de compensación de grandes simios que haya tenido éxito", sostiene el estudio.
Consecuencias sociales
La investigación también alerta de que la degradación de los hábitats de los grandes simios implica también un aumento de emisiones ligado a la destrucción de ecosistemas y de pobreza para las poblaciones locales que viven de ellos.
Miquel Llorente, investigador de primatología de la Universidad española de Girona, considera que el auge minero en África amenaza no solo a la vida silvestre y los ecosistemas, sino también a la biodiversidad global, en una reacción recogida por la plataforma Science Media Center España.
“El estudio ofrece una mirada alarmante y detallada sobre el impacto devastador que la minería está teniendo en las poblaciones de grandes simios en África, así como de los problemas ambientales y sociales asociados", agrega.
EFE