El cerebro activa hasta 24 redes neuronales diferentes,
asociadas a aspectos concretos del procesamiento sensorial o cognitivo,
mientras estamos viendo una película, dependiendo de la complejidad de la
escena.
Una investigación que publica hoy Neuron ha creado el mapa funcional del
cerebro más detallado hasta la fecha escaneando el cerebro de personas mientras
veían fragmentos de películas.
La investigación liderada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)
contó con escáneres cerebrales completos de 176 adultos jóvenes mientras veían
durante 60 minutos fragmentos cortos de una serie de películas independientes y
de Hollywood, como Inception, La red social o Solo en casa.
Así, se identificaron distintas redes cerebrales implicadas en el procesamiento
de escenas con personas, objetos inanimados, acción y diálogo. También
revelaron cómo se priorizan distintas redes ejecutivas durante escenas fáciles
de seguir frente a otras difíciles.
Las distintas áreas del cerebro están muy interconectadas, y estas conexiones
forman redes funcionales relacionadas con la forma en que percibimos los
estímulos y nos comportamos.
Los investigadores calcularon la media de la actividad cerebral de todos los
participantes y utilizaron técnicas de aprendizaje automático para identificar
redes cerebrales, concretamente dentro de la corteza cerebral.
Después, examinaron cómo se relacionaba la actividad de estas redes con el
contenido de cada escena de la película, que incluía personas, animales,
objetos, música, habla y narración.
El análisis reveló 24 redes cerebrales asociadas a aspectos concretos del
procesamiento sensorial o cognitivo, como el reconocimiento de caras o cuerpos
humanos, el movimiento, los lugares y puntos de referencia, las interacciones
entre personas y objetos inanimados, el habla y las interacciones sociales.
También mostró una relación inversa entre los ‘dominios de control ejecutivo’
-regiones cerebrales que permiten a las personas planificar, resolver problemas
y priorizar información- y las regiones cerebrales con funciones más
específicas.
Cuando el contenido de la película era difícil de seguir o ambiguo, aumentaba
la actividad en las regiones cerebrales de control ejecutivo, pero durante las
escenas más fácilmente comprensibles predominaban las regiones cerebrales con
funciones específicas, como el procesamiento del lenguaje.
“Parece que cuando las escenas de la película son bastante fáciles de
comprender, por ejemplo si hay una conversación clara, las áreas del lenguaje
están activas”, explicó Reza Rajimehr del MIT y uno de los firmantes del
estudio.
Sin embargo, ante escenas complejas que implican contexto, semántica y
ambigüedad en el significado, se requiere más esfuerzo cognitivo, “por lo que
el cerebro pasa a utilizar dominios generales de control ejecutivo”.
La mayoría de los estudios sobre redes funcionales cerebrales se han basado en
exploraciones por resonancia de personas en reposo, pero muchas partes del
cerebro o del córtex no están totalmente activas en ausencia de estimulación
externa.
Con este estudio se quería averiguar si la proyección de películas podía ayudar
a comprender cómo responden las redes funcionales cerebrales a estímulos
sonoros y visuales complejos.
Los investigadores analizan ahora con más detalle cómo el contenido específico
de cada fotograma impulsa estas redes: como el contexto semántico y social, o
la relación entre las personas y la escena de fondo.
Los análisis de la investigación se basaron en actividades cerebrales medias,
por lo que futuras investigaciones podrían observar los mapas de sujetos
individuales, lo que permitiría relacionar el mapa individualizado de cada
sujeto con su perfil conductual.
EFE