La NASA planea encargar a las compañías SpaceX y Blue Origin el desarrollo de módulos de aterrizaje de carga para las futuras misiones del programa Artemis, con el que la agencia espacial estadounidense volverá al satélite terrestre con miras a fijar una base permanente.
Los módulos de carga serán adicionales a los módulos de aterrizaje para la tripulación que ambas firmas están desarrollando con miras a las misiones lunares Artemis III, Artemis IV y Artemis V, según explicó la NASA en un comunicado.
De cara al diseño de los módulos de carga, la NASA esperará a ver los resultados de dos misiones de demostración de los módulos de aterrizaje para tripulación, que serán más pequeños y todavía sin fecha definida, los cuales, de ser exitosos, les permitirá obtener las certificaciones correspondientes.
Tener dos módulos de aterrizaje lunar para tripulación y carga “proporciona flexibilidad a la misión y al mismo tiempo garantiza una cadencia regular de aterrizajes en la Luna para continuos descubrimientos y oportunidades científicas”, explicó en una nota Stephen Creech, de la Oficina del Programa Luna a Marte de la NASA.
La agencia espacial estadounidense planea dos misiones a la superficie lunar para el transporte de carga, la primera de ellas prevista para el año 2032 y a través del cohete Starship de SpaceX, a bordo del cual viajará un vehículo autónomo presurizado que actualmente desarrolla la agencia espacial japonesa (JAXA).
Precisamente, la compañía SpaceX, de Elon Musk, ha llevado a cabo este martes la sexta prueba de su Starship, el cohete más grande construido hasta la fecha.
La otra misión correrá a cargo de Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos, que se espera que proporcione un módulo para la superficie lunar no antes del año fiscal 2033, según la NASA.
Con el programa Artemis, la NASA retomará la exploración de la Luna, “aprenderá cómo vivir y trabajar fuera de casa y prepararse para la futura exploración de Marte”, como señaló en un comunicado.
EFE