Científicos han descubierto que los osos pardos en el Parque Nacional Shiretoko, en el norte de Japón, están desenterrando plantas en áreas forestadas por humanos, lo que afecta el crecimiento de los árboles. El estudio, publicado en la revista Ecoological Society of America, reveló que esta práctica daña las raíces de los árboles y cambia el contenido de nitrógeno del suelo.
Los osos buscan ninfas de cigarras, una fuente de alimento que es inusual y escasa en estos bosques plantados artificialmente.
La investigación comparó muestras de suelo y árboles de áreas boscosas por humanos con bosques naturales y encontró que el comportamiento de excavación de los osos tiene impactos negativos en áreas modificadas por humanos. En cambio, en los bosques naturales con vegetación diversa no se observaron cambios.
"Aunque normalmente se ha considerado que el comportamiento de los mamíferos excavando madrigueras en los ecosistemas naturales tiene una influencia positiva, nuestra investigación muestra que el resultado es diferente en los paisajes antropogénicos (creados por el hombre)", informa Hiura, de la Escuela de Graduados en Ciencias Agrícolas y de la Vida, en un comunicado.
Los osos Shiretoko enfrentan escasez de alimentos, lo que puede estar relacionado con su búsqueda de ninfas de cigarras. La región alberga una de las mayores densidades de cigarras del mundo, con alrededor de 500 ejemplares en área de 70 por 25 kilómetros.
Esta escasez de alimentos también afecta a los osos pardos de otras regiones de Japón, donde tienen dificultades para encontrar alimentos básicos como salmón y frutos secos debido al cambio climático. Según consigna la revista Galielu, esto aumenta el riesgo de encuentros peligrosos entre humanos y animales cuando los osos se acercan a áreas pobladas en busca de alimento.
“En lugar de depender de métodos de forestación artificial (convertir en bosques áreas que no lo eran), esta investigación destaca la necesidad de introducir métodos de regeneración natural mediante la dispersión de semillas del área circundante”, reforzó Hiura en su misiva. "Esto no sólo restaurará ecosistemas con una alta diversidad de especies y ricas interacciones entre animales y plantas, sino que también será beneficioso para la sociedad humana a largo plazo".