Investigadores de la Universidad de Trier, en el suroeste de Alemania, rastrean las antiguas rutas comerciales seguidas por capitanes romanos a bordo de una réplica exacta de un barco mercante de la época.
Dentro de unas semanas saldrá a la luz la primera versión de un Atlas Marítimo Digital Interactivo de la Historia, que simula las rutas marítimas del barco mercante Bissula, típico de esos tiempos, según declaró a dpa en Trier el historiador de la Antigüedad y director del proyecto de investigación, Christoph Schäfer.
Los datos recogidos por el equipo durante los viajes de prueba con el barco romano fielmente recreado en el Mediterráneo hace casi un año constituyeron la base del proyecto.
“Se trata de un auténtico salto cualitativo”, afirma Schäfer sobre las simulaciones, y agrega: “Podemos visualizar las rutas en condiciones realistas para la época imperial”. El atlas digital se basa en 20 años de datos meteorológicos de las décadas de 1990 y 2000 que, según los investigadores del clima, se corresponden con las condiciones durante el Imperio romano.
“Esto nos permite calcular los tiempos de viaje prácticamente al día”, afirma Schäfer, de la Universidad de Trier.
Varias semanas de viajes de prueba con la réplica del velero en la bahía de Cannes, en el sur de Francia, habían proporcionado los datos necesarios sobre el rendimiento del barco. “Ahora ya no estamos hurgando en la niebla, sino que tenemos datos exactos”, dijo.
El Bissula es “sorprendentemente estable en el mar y ha resistido marejadas”, afirma Schäfer. Los estudios anteriores solo habían predicho cómo podrían haber viajado los barcos romanos.
“Lo que ahora estamos calculando son los rumbos óptimos que los antiguos capitanes eran capaces de alcanzar con este tipo de barcos”, agregó.
Se ha demostrado que es realista un viaje con la Bissula desde Cartago, en el norte de África, hasta Roma en tres días. Para viajar de Roma a la ciudad portuaria egipcia de Alejandría se habrían necesitado nueve o diez días. El atlas digital también estará a disposición del público.
El tipo de barco recreado en el Bissula era una nave en boga en el Imperio romano, y “sin duda viajaba en grandes cantidades”, dijo Schäfer. El grano se transportaba de África a Roma en barcos. El aceite de oliva llegaba a Roma desde Hispania. En el pedio excavado cerca de Marsella en la década de 1980, que hizo posible la construcción de la Bissula, también se encontraron ánforas para vino.
De 2017 a 2019, científicos de Trier trabajaron junto con estudiantes y artesanos para reconstruir el carguero a vela de 16 metros de eslora y cinco de manga de forma fiel al original. A mediados de setiembre de 2023, el barco fue trasladado al sur de Francia por mar y tierra. Desde finales del año pasado se encuentra en un puerto de Trier, sobre el río Mosela.
Las simulaciones virtuales del Bissula son un punto de partida para nuevos pasos, explica el científico, que anticipó que quería ampliar la investigación a otros tipos de naves mercantes. Sin embargo, aclaró que esto no significa que se vayan a recrear otros barcos antiguos en su tamaño original. “Eso supondría demasiado esfuerzo”, agregó.
En su lugar, ahora están experimentando con modelos a gran escala en los que los tipos de barcos no se recrean uno a uno, sino en una proporción de uno a tres.
También se ha fabricado un modelo del Bissula en proporción de uno a tres para tener en cuenta posibles desviaciones y se compararon los datos de medición obtenidos con los de la réplica uno a uno. A partir de estos resultados, en el futuro podrían utilizarse también reconstrucciones 1:3 de otros tipos de barcos para realizar simulaciones.
“Esto nos permitirá analizar el tráfico marítimo romano con mayor detalle”, afirma Schäfer. El proyecto es un empeño a largo plazo que se espera sea financiado por la Fundación Alemana de Investigación hasta 2030.
La ciudad de Trier, sobre el río Mosela, fue fundada por los romanos hacia el año 16 a. C. Es considerada la ciudad más antigua en el actual territorio alemán.
DPA
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