Para este desafío la asociación Perros de Detección Médica (Medical Detection Dogs) colabora con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (London School of Hygiene and Tropical Medicine, LSHTM) y la Universidad de Durham.
Los tres "han iniciado los preparativos para entrenar de forma intensiva a los perros para que estén preparados en seis semanas a dar un diagnóstico rápido y no invasivo hacia el final de la epidemia". También se han puesto en contacto con el gobierno para explicarle cómo el mejor amigo del hombre podría ser un aliado en la lucha contra la pandemia.
La asociación, que ya entrenó a caninos a detectar el cáncer, la enfermedad de Parkinson y las infecciones bacterianas, explica que el proceso sería el mismo para enseñar a localizar el COVID-19.
Se trata de hacerles oler muestras y enseñarles a indicar cuando lo encuentren. Los perros también son capaces de detectar cambios sutiles en la temperatura de la piel y podrían indicar si alguien tiene fiebre.
Una vez entrenados, los perros podrían usarse para identificar a los viajeros infectados con el virus a su llegada a un país o ser desplegados en otros espacios públicos.
"En principio, estamos seguros de que los perros pueden detectar el COVID-19. Ahora analizamos cómo podemos captar con total seguridad el olor del virus en los pacientes y exponérselo a los perros", explica Claire Guest, directora y cofundadora de Perros de Detección Médica, citada en un comunicado.
"El objetivo es que los perros puedan detectar a cualquier persona, incluso a aquellas que no tienen síntomas, y decirnos si necesitan someterse a una prueba", añadió.
Según el profesor Steve Lindsay, de la Universidad de Durham, "si la investigación es exitosa, podríamos usar perros para detectar el COVID-19 en los aeropuertos al final de la epidemia para identificar rápidamente a las personas portadoras del virus. Esto ayudaría a prevenir la reaparición de la enfermedad después de haber controlado la epidemia actual".
afp