Un equipo de investigación liderado por Susana González, responsable del Departamento de Biodiversidad y Genética del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (Iibce), acaba de documentar el descubrimiento en el arroyo Solís Grande de un cráneo completo de macho del ciervo de los pantanos, una especie cuyos anteriores registros se ubican más al norte del país.
El cráneo había sido recuperado durante la sequía de 2010 en las orillas del arroyo Solís Grande, y recientemente fue cedido para ser analizado por el grupo de investigación en el Instituto Clemente Estable, según informa dicha institución.
La región biogeográfica Neotropical, que comprende al Uruguay, es una de las más ricas en diversidad de ciervos. Entre ellos, el ciervo de los pantanos o Blastocerus dichotomus se destaca como la especie contemporánea más grande conocida.
Esta especie, que hace cientos de años se extendía por los humedales de la región, incluyendo el noreste y el litoral oeste del territorio uruguayo, se encuentra actualmente en peligro de extinción. Solo sobreviven poblaciones pequeñas y aisladas en Argentina, Bolivia y Brasil. Los últimos ejemplares vivos fueron documentados en Rocha en 1958 (Arredondo) y en Soriano en 1991, aunque se cree que este último provenía de la otra margen del río Uruguay.
El artículo científico publicado al respecto en el último número de la revista Frontiers por González, junto a Federica Moreno y María Pía Aristimuño, del Instituto Clemente Estable, señala que la datación con radiocarbono realizada en la Universidad de Arizona dio una edad de 294 años al cráneo. Por su parte, el análisis de ADN realizado en el laboratorio de Biodiversidad y Genética permitió identificar un nuevo haplotipo (conjunto de variantes genómicas que se trasmiten juntas) claramente conectado con poblaciones brasileñas, por lo que podemos inferir la existencia de poblaciones autóctonas de esta especie en el sureste del Uruguay hace no más de tres siglos.
Con base en estos resultados, es posible imaginar la restauración del hábitat en los humedales del este del país como primer paso de una estrategia de repoblamiento silvestre de ciervos de los pantanos, según sostienen las investigadoras.