Hallan en fosa común la espada de crisol más antigua de Europa

Hace ya más de siete siglos que Batu Khan, el sanguinario nieto de Genghis Khan, se alzó con sus hordas sobre la actual Rusia dando buena cuenta de sus enemigos siguiendo el estilo de su abuelo: sin ahorrar en derramamientos de sangre. Cuando el caudillo entró en la ciudad de Yaroslavl (a 200 kilómetros de Moscú), ordenó a sus hordas que pasaran a cuchillo a cientos de civiles en un solo día. Todo ello, en el marco de la conquista de aquella gigantesca región.

La ingente cantidad de cuerpos sin vida que provocó la matanza del año 1238 hizo que fueran enterrados en una fosa común, que fue descubierta recién en 200. Allí se encontró una espada que, hasta hoy, había sido imposible de catalogar. Pero ahora, un grupo de arqueólogos rusos ha resuelto parte de su misterio, determinando que es el arma de acero de crisol más antigua conocida al este de Europa.

El hallazgo ha sido realizado por los expertos mientras hacían una revisión cotidiana de la espada, la cual fue descubierta cerca de la catedral de la Dormición. Este es un lugar que se encuentra al lado de la zona en la que se descubrió la fosa común. "El sitio contenía evidencias de las atrocidades que se cometieron. Encontramos numerosos esqueletos de mujeres asesinadas y niños, muchos objetos para el hogar como platos, joyas, muchas armas... y este sable", explica la líder de la investigición Asya Engovatova, del Instituto RAS de Arqueología, según recoge ABC.

El sable permanecía guardado en el Museo de Yaroslavl desde su hallazgo y, hasta ahora, no se había logrado averiguar de dónde provenía. Esto, en palabras de la experta, hizo que el descubrimiento fuese "inesperado, emocionante y único". Así pues, las investigaciones lograron determinar que esta espada es la más antigua de acero de crisol conocida en la región y que, muy probablemente, perteneció a un guerrero muy rico de Batu Khan.

Este inesperado protagonista de acero ha desconcertado también a los expertos, quienes desconocen por qué la espada estaba rota, con el mango perdido y la hoja torcida. El análisis muestra microfisuras presentes en la hoja, por lo general una indicación de que el objeto ha sido quemado.

En base a ello, se cree que lo más probable es que el arma se sometiera a la flexión como daño ritual, para lo que la hoja tuvo que ser calentada a una temperatura alta. Actualmente, el sable ha sido restaurado y devuelto al Museo de Yaroslavl, junto con toda la colección de tesoros arqueológicos encontrados en las excavaciones.

El acero crisol era elaborado mediante una técnica que fue perfeccionada por primera vez en la India durante el siglo I de nuestra era. Posteriormente este método se extendió hasta regiones como Asia Central. Luego fue cayendo en el olvido y dejó de usarse por siglos, hasta que el proceso fue redescubierto en Europa.