Gordon Moore, pionero de la industria de los microprocesadores y cofundador de Intel, en su tiempo la mayor fabricante de semiconductores, murió el viernes a los 94 años, informó la compañía.
Moore fue un titán en la transformación tecnológica de la era moderna al ayudar a las compañías a contar con chips cada vez más poderosos y pequeños.
Ingeniero de profesión, cofundó Intel en julio de 1968 y eventualmente fue su presidente, director ejecutivo y estuvo al frente de la junta directiva.
Moore murió "rodeado de su familia en su casa en Hawaii", señaló Intel.
La compañía con sede en Santa Clara, California, fue en sus primeros años conocida por su constante innovación hasta convertirse en una de las firmas tecnológicas más importantes.
A Moore se le atribuye la teoría que luego fue bautizada como "Ley de Moore", según la cual los circuitos integrados duplicarían su potencia cada año, que luego él mismo recalculó a cada dos años.
El axioma se mantuvo por décadas en la jerga de la industria y se convirtió en sinónimo del rápido avance tecnológico del mundo moderno.
Moore se retiró de Intel en 2006.
lo largo de su vida, donó más de 5.100 millones de dólares a causas benéficas a través de la fundación que creó junto a su esposa Betty, con quien estuvo casado 72 años.
"Si bien nunca aspiró a ser un personaje reconocido, la visión de Gordon y el trabajo a lo largo de su vida permitió la fenomenal innovación y los desarrollos tecnológicos que moldean nuestras vidas a diario", dijo Harvey Fineberg, presidente de la Fundación Gordon & Betty Moore.
Líderes de Intel rindieron tributo a Moore.
"Fue decisivo en la revelación del poder de los transistores e inspiró a gente de la tecnología y a emprendedores durante décadas", expresó Pat Gelsinger, director ejecutivo de Intel.
"Deja atrás un legado que cambió las vidas de cada persona en el planeta. Su memoria perdurará", añadió Gelsinger en su cuenta de Twitter.
AFP