Google ha ampliado la cobertura de sus alertas por inundaciones fluviales en 60 países, entre ellos España, con lo que esta herramienta, basada en inteligencia artificial y que permite anticiparse al riesgo de inundación hasta con siete días de antelación, está disponible ya en 80 países.

Las inundaciones son una de las principales amenazas climáticas para la seguridad y subsistencia de la población mundial, pues se calcula que al año afectan a más de 250 millones de personas y causan daños por valor de 10.000 millones de dólares, ha subrayado la tecnológica en un comunicado.

En este contexto, la compañía puso en marcha en 2018 su propio servicio de previsión de inundaciones, denominado Flood Hub, primero en la India y, posteriormente, en Bangladesh.

Gracias a sus avances en inteligencia artificial y en modelos de pronóstico basados en aprendizaje automático, en 2022 extendió las alertas a otros 18 países, a los que desde este lunes se suman 60 más de África, Asia-Pacífico, Europa, y América Central y del Sur, entre los que se encuentra Uruguay.

Entre las nuevas incorporaciones, figuran algunas de las regiones del mundo con un mayor porcentaje de población expuesta al riesgo de inundación, como Países Bajos, Vietnam, Myanmar, Laos y Camboya.

Además, incluye países con episodios climáticos extremos, entre los que se encuentran Bélgica, España y Alemania, en Europa; o aquellos por los que discurre el denominado Corredor Seco Centroamericano (Nicaragua, Honduras y Guatemala), según se observa en la aplicación.

A través de esta herramienta, los Gobiernos, organizaciones de ayuda humanitaria y residentes de estas regiones “podrán acceder a información crítica con hasta siete días de antelación”, cinco más que hasta ahora, para prepararse y adaptarse a las inundaciones.

“Estamos trabajando para ampliar las alertas de previsión de inundaciones en el Buscador y en Maps en los próximos 12 meses”, han señalado desde la tecnológica.

En concreto, Google Flood Hub ofrece previsiones de inundaciones fluviales, indicando cuándo y dónde se desbordarán los ríos, en zonas de todo el mundo que suman 460 millones de habitantes.

Para ello, vía inteligencia artificial, procesa varias fuentes de datos de acceso público, como partes meteorológicos o imágenes satelitales, y combina un modelo hidrológico, que predice el volumen de agua que transportan los ríos, con un modelo de inundación, que calcula qué zonas pueden verse afectadas y hasta qué altura pueden subir las aguas.

Para ayudar a las comunidades vulnerables a inundaciones que no tienen acceso directo a las alertas vía internet, Google.org colabora con organizaciones como Cruz Roja o la Universidad de Yale para crear redes de “alerta analógica” integradas por voluntarios.

Según un estudio del equipo de Economía para la inclusión de la Universidad de Yale, las comunidades que cuentan con voluntarios locales tienen un 50% más de probabilidades de ser alertadas antes de que les alcancen las inundaciones, “algo que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.

EFE