La agencia brigada de fraudes abrió su investigación en 2019 después de que los propietarios de hoteles protestaran porque Google estaba asignando estrellas en base a sus propios criterios, y no a las estrellas reales otorgadas por la agencia de desarrollo turístico France Atout.

Para aumentar la confusión de los usuarios, el gigante estadounidense utilizaba el mismo sistema de una a cinco estrellas que France Atout.

Al realizar las comprobaciones, el organismo de control descubrió que varios hoteles tenían una calificación inferior a la oficial, mientras que otros tenían más de las que debían, "una práctica especialmente perjudicial para los consumidores, que fueron engañados sobre el nivel de servicio que podían esperar".

El hallazgo de "prácticas comerciales engañosas" se presentó ante la fiscalía de París, que propuso un acuerdo de 1,1 millones de euros que Google aceptó.

No es la primera vez que Google se encuentra en el punto de mira de los reguladores franceses. En diciembre, la agencia de protección de datos CNIL multó a Google con 100 millones de euros por colocar "cookies" publicitarias en los ordenadores sin obtener el suficiente consentimiento previo de los usuarios.

El mes pasado, el gigante estadounidense firmó un acuerdo con grupos de medios de comunicación franceses sobre el pago de derechos de autor digitales, tras meses de lucha contra los pagos ordenados por los tribunales a raíz del endurecimiento de la legislación digital de la UE.

Con información de Afp