La megafauna marina, desde tiburones a ballenas o tortugas, desempeñan una variedad de papeles importantes en los ecosistemas, por lo que la extinción de sus especies amenazadas tendría efectos catastróficos.
Un estudio que publica este viernes la revista Sciences Advances, firmado por un grupo internacional que encabeza la bióloga de la Universidad de Swansea (Reino Unido) Catalina Pimiento, analiza la riqueza funcional de la megafauna marina y los efectos en ella de su extinción.
La bióloga explica a Efe que los animales tienen una extensa variedad de papeles en un ecosistema, desde transportar nutrientes hasta controlar cadenas alimenticias, y la riqueza funcional mide esos cometidos en un espacio delimitado.
El equipo desarrolló un índice, denominado Fuse, para medir la "importancia" de las especies para el mantenimiento de la diversidad funcional y su grado de peligro de extinción.
Así, la especies que juegan roles raros son "muy importantes" -agrega Pimiento- como la tortuga verde, que es la única que come pastos marinos y están aisladas en un espacio muy concreto, por lo que si se pierde ninguna otra especie puede reemplazarla.
Dicho índice puede servir para ayudar a los administradores de recursos y a los conservacionistas a dar cuenta de la gama de contribuciones que las especies hacen a las comunidades y a los ecosistemas.
Hoy en día, se considera que un tercio de la megafauna marina está en peligro de extinción y los científicos no están seguros de cómo cambiarían los ecosistemas marinos mundiales si desaparecieran sus principales protagonistas.
Para entender mejor las consecuencias de estas pérdidas inminentes, los autores compilaron un conjunto de datos basado en los rasgos de toda la megafauna marina viviente conocida (334 especies).
Los expertos realizaron diversas simulaciones y los datos indican que si los actuales patrones se mantienen, en los próximos cien años se podrían perder, de media, un 18 % de las especies de la megafauna marina, lo que se traduciría en una pérdida del 11 % de las funciones ecológicas.
Además, si todas las especies de la megafauna marina que figuran como amenazadas en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), un 40 %, desaparecieran se podría perder el 48% de la riqueza funcional en los mares de manera global y un 70 % en los polos.
Pimiento agrega que esta pérdida de las funciones que realizan esa especies es más alta que la pérdida misma de los animales, "eso quiere decir que las especies que están en peligro juegan papeles muy importantes en los ecosistemas y su extinción tendría efectos catastróficos".
La bióloga indicó que no se puede seguir manteniendo ese "statu quo" y aunque "aún estamos a tiempo de cambiar el curso de las cosas" para ello hay que cambiar nuestra relación con los océanos y actuar "masiva y rápidamente".
Con información de EFE