La espada del rey Dionisio I de Portugal, que hasta el pasado lunes se daba por desaparecida, fue retirada del sepulcro del rey, ubicado en el Monasterio de Odivelas, en el norte de Lisboa, según informa un comunicado de la Dirección General de Patrimonio Cultural (DGPC) del país luso.

Ahora, se espera que el arma sea restaurada y estudiada, procurando mantener su integridad como objeto histórico.

Conocido como “el rey labrador”, Dionisio I (1261 – 1325)  fue el primer monarca portugués ser enterrado en una iglesia, acto que constituyó un último intento para hacer valer el poder de la corona sobre el clero. Fue inhumado junto a una espada que permaneció en su tumba hasta ahora, casi casi setecientos años después. “Pese a tener la punta desprendida”, se encuentra “en buen estado”, detalla el comunicado, recogido por el periódico Expresso.

El monasterio sufrió grandes daños en el terremoto que asoló Lisboa en 1755, y cambió por completo la fisonomía de la capital portuguesa. Entre los años 1900 y 2015 funcionó en ese espacio el Instituto Odivelas, al año siguiente, la DGPC inició una campaña de intervención para su conservación y restauración.

En 2017 se inició la “Intervención para la conservación y restauración de la tumba de Dionisio I”. Desde entonces, a través de un abordaje metodológico de articulación arqueo-antro-conservadora en colaboración entre los técnicos de la DGPC y los del Municipio de Odivelas, la apertura de la tumba permitió encontrar “un contexto perturbado”, en buena medida por los efectos del mencionado sismo.

Se retiraron entonces despojos intrusivos (yeso, ladrillo, madera, insectos, plantas, un periódico del año 1939, cuerdas) y se llevó acabo el registro fotográfico.

En cuanto a los restos humanos, se realizó un análisis bioantropológico; datación, análisis de ADN; reconstrucción facial; toxicología y paleodietas.

Mediante inspección radiográfica se identificó en ese momento una espada que, a pesar de tener la punta desprendida, se encontraba en un estado de conservación relativamente bueno, y que ha sido desenterrada ahora con los cuidados necesarios para no dañarla

“Manufacturada en hierro, con empuñadura de plata y aplicación de esmalte, es una de las raras espadas reales encontradas ‘in situ’ en Europa”, afirma la DGPC, que difundió a su vez imágenes de la espada y del momento de su exhumación.

Maria Antónia Amaral, coordinadora de los trabajos al respecto, dice que se trata de una espada rara en todo el mundo. “Era una espada aparatosa. Digamos que no era un arma que el rey llevaría a la guerra, ya que está llena de adornos y tiene el peso muy recargado en el mango”, explico en entrevista con los medios públicos portugueses.