El incendio forestal que ha calcinado hasta el momento casi 19.000 hectáreas en la región española de Valencia (este) evoluciona favorablemente este sábado, aunque preocupa que en las próximas horas los vientos cambiantes, las altas temperaturas y la baja humedad reaviven el fuego.
El incendio, que alcanzó un perímetro de 140 kilómetros, se inició el pasado lunes y obligó a desalojar las localidades de Bejís y Torás, ambas en la provincia de Castellón, cuyos vecinos -1.500 en total- pueden regresar desde hoy a sus casas.
Según los servicios que trabajan en su extinción, el fuego ha evolucionado "muy poco" desde ayer, aunque aún no se puede dar por estabilizado, pues, aunque no hay llama, sigue habiendo "puntos muy calientes".
Unos 40 medios aéreos trabajan junto a los terrestres para refrescar el terreno y vigilar las próximas horas críticas, "con grave riesgo de reproducción", para evitar nuevas propagaciones.
Un paisaje lunar
"Es un paisaje lunar negro, se ha quemado el 99 % del término municipal", dijo a EFE la alcaldesa de Bejís, María José Madrid, tras regresar al pueblo después de casi una semana de desalojo.
Ni el pueblo ni las aldeas de alrededor han resultado afectados por las llamas, pero "somos como una isla en medio de un paisaje lunar: estamos arriba de una montaña y todo alrededor, todo el término, está quemado, absolutamente negro; es una imagen dantesca", explicó.
El objetivo principal del Ayuntamiento en estos momentos es intentar solucionar "los problemas básicos primarios", como el consumo de agua potable a través del grifo, ya que se está suministrando desde una embotelladora.
El otro incendio registrado en la misma región española, en Vall d'Ebro, en la provincia de Alicante, evoluciona favorablemente y no se han registrado reproducciones de fuego.
En lo que va de año, 388 incendios forestales en España han quemado una superficie de 286.418 hectáreas, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (Effis, European Forest Fire Information System).
Se trata de cifras "llamativas" en comparación con los datos de los últimos quince años, en los que el número de incendios ha sido menor, pero más aún lo ha sido la superficie quemada, señala Effis, del sistema europeo Copernicus.
EFE