Una investigación liderada por Leonel Malacrida, científico del Institut Pasteur de Montevideo y del Hospital de Clínicas, junto a expertos de la Universidad de California en Irvine, aporta datos clave para entender el desarrollo de cataratas y ceguera.
Sus resultados fueron publicados en la prestigiosa revista Science Advances. El trabajo forma parte de una línea de investigación iniciada hace 4 años por Malacrida durante su posdoctorado en California y continuó más recientemente en la Unidad de Bioimagenología Avanzada, un laboratorio mixto entre el IP Montevideo y el Hospital de Clínicas que lidera desde 2019.
La investigación publicada esta semana se enfocó especialmente en aspectos del desarrollo de las células del cristalino, la parte del ojo que actúa como una lente y permite ver y enfocar correctamente en la retina. Lo peculiar de estas células es que mientras la mayoría de las células del organismo tienen alto contenido de agua, además de otros elementos como proteínas, ADN, etc (son como bolsitas con líquido), las células del cristalino tienen altísima concentración de proteínas y por ende menor cantidad de agua.
Esta característica de la célula se conoce a nivel científico como “hacinamiento molecular”. Sobre esa base, la investigación buscó describir el papel del equilibrio y dinámica del agua (la homeostasis) en el desarrollo de las células del cristalino, la parte del ojo que actúa como una lente y permite ver y enfocar correctamente en la retina.
Además, analizó cómo dos proteínas involucradas en el transporte del agua en la célula juegan un rol fundamental en ese proceso, para ayudar a entender trastornos de la visión. Con ese fin, los científicos observaron el desarrollo del cristalino (lente) de un pez llamado pez cebra, que es un modelo frecuente en investigación porque, entre otras virtudes, es transparente.
Usando herramientas de microscopía e análisis de imagen avanzados, los investigadores estudiaron el equilibrio del agua durante el desarrollo de las células del cristalino de estos peces, y observaron que cuando se rompe ese equilibrio (cuando hay mucha o poca agua en el desarrollo de la célula), esto afecta el modo en que la luz llega a la retina y surgen problemas de visión, como cataratas o ceguera.
En particular, también caracterizaron la función de dos proteínas que son clave para mantener el equilibrio del agua en las células del cristalino. Así, el conocimiento que aporta esta investigación permite entender mejor cuáles los fundamentos del correcto funcionamiento del cristalino y podrían ser aspectos a atender para posibles terapias.
El artículo completo se puede leer aquí: https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abj4833