Un estudio conjunto de científicos chinos y estadounidenses
ha analizado cómo un masivo aumento de las emisiones de carbono hace 56
millones de años alteró la química oceánica, lo que ofrece pistas sobre los
efectos del cambio climático actual sobre los océanos terrestres.
El equipo, compuesto por expertos de instituciones como la Universidad de Pekín
o la Universidad Estatal de Pensilvania, reconstruyó el estado de la
acidificación de los océanos durante el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno
(PETM, por sus siglas en inglés), un evento caracterizado por un incremento de
las temperaturas globales y una alteración de los ecosistemas.
Los hallazgos revelaron similitudes entre la acidificación durante el PETM y
las tendencias actuales provocadas por el aumento de dióxido de carbono en la
atmósfera terrestre.
Según el estudio, publicado recientemente en la revista científica Nature
Geoscience, durante el PETM se registró un aumento masivo de emisiones de
carbono que provocó una reducción del PH oceánico, reduciendo la disponibilidad
de iones de carbonato, esenciales para la formación de conchas en organismos
marinos.
Esta reducción afectó directamente la capacidad de los océanos para almacenar
carbono.
Gracias a datos paleoclimáticos combinados con simulaciones de modelos del
sistema terrestre, los investigadores estimaron que los niveles de dióxido de
carbono atmosférico aumentaron de 890 a 1.980 partes por millón durante el
PETM, lo que implicó una disminución promedio del pH oceánico en 0,46 unidades.
El profesor de la Universidad de Pekín Li Mingsong, citado este domingo por la
agencia estatal Xinhua, destacó que esta disminución del PH durante el PETM se
asemeja a las proyecciones actuales bajo escenarios de altas emisiones.
Sin embargo, Li subrayó que el ritmo actual de emisiones de carbono es mucho
más rápido que el registrado entonces, lo que representa una "grave
amenaza" para los ecosistemas marinos y la biodiversidad.
El experto señaló que el PETM, que se prolongó durante aproximadamente 200.000
años, sirve como un "análogo natural de las posibles consecuencias de las
emisiones descontroladas de carbono en la actualidad".
Sin embargo, las emisiones aceleradas actuales plantean "un peligro mayor
y a más largo plazo" para la vida marina, especialmente en "regiones
vulnerables como el Ártico", agregó Li.
EFE