Por The New York Times | Jonathan O’Callaghan
Una imagen hecha por el telescopio ALMA, a la izquierda, muestra la estructura del disco GW Ori, con el anillo más interno separado del resto del disco. Las observaciones de SPHERE, a la derecha, muestran la sombra de este anillo más interno en el resto del disco. (ESO/L. Calçada, Exeter/Kraus et al. via The New York Times) Planets Stars and Galaxies Space and Astronomy Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (Journal) Research Se le llama planeta circumtriple, y las pruebas sugieren que la formación de planetas es un fenómeno más frecuente de lo que se creía.
GW Ori es un sistema estelar ubicado a 1300 años luz de la Tierra en la constelación de Orión. Está rodeado por un enorme disco de polvo y gas, una característica común de los sistemas estelares jóvenes que están formando planetas. Pero, lo que es fascinante, es que se trata de un sistema que no tiene una estrella sino tres.
Como si eso no fuera lo suficientemente intrigante, el disco de GW Ori está dividido en dos, casi como si los anillos de Saturno tuvieran un enorme espacio entre ellos. Y, lo más raro, es que el anillo exterior está inclinado unos 38 grados.
Los científicos han tratado de explicar lo que está sucediendo allí. Algunos plantean la hipótesis de que la brecha en el disco podría ser el resultado de la formación de uno o más planetas en el sistema. Si es así, este sería el primer planeta conocido que orbita alrededor de tres estrellas a la vez, también conocido como planeta circumtriple.
Ahora el sistema GW Ori se ha modelado con más detalles, y los investigadores dicen que un planeta —un mundo gaseoso tan grande como Júpiter— es la mejor explicación para la brecha en la nube de polvo. Aunque no se puede ver al planeta en sí, los astrónomos podrían estar presenciando cómo forja su órbita en su primer millón de años de existencia.
Un artículo sobre el hallazgo se publicó en septiembre en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Los científicos dicen que refuta una explicación alternativa: que el par gravitacional de estrellas despejó el espacio en el disco. El ensayo sugiere que no hay suficiente turbulencia en el disco, conocida como viscosidad, para que esta explicación sea suficiente.
El hallazgo también destaca cuánto falta por aprender sobre las formas inesperadas en las que se pueden formar los planetas.
Cualquiera que haya visto La guerra de las galaxias de George Lucas está familiarizado con los planetas que pueden tener dos estrellas subiendo y bajando en sus cielos. La polvorienta casa de Tatooine de Luke Skywalker estaba en un sistema estelar binario. Pero un planeta que orbita alrededor de tres estrellas sería más inusual.
Si alguna forma de vida familiar pudiera vivir en un gigante gaseoso como el que orbitaría GW Ori, en realidad no podría ver las tres estrellas en sus cielos. Más bien, solo verían un par porque las dos estrellas más internas orbitan tan cerca que parecen un solo punto de luz. Sin embargo, a medida que el planeta gira, sus estrellas suben y bajan en fascinantes amaneceres y atardeceres como ningún otro mundo conocido.
“Star Wars no se imaginó esto”, dijo Rebecca Nealon de la Universidad de Warwick en Inglaterra, que es coautora del artículo.
Los científicos han estado buscando un planeta que orbita tres estrellas y encontraron evidencia potencial en otro sistema, GG Tau A, ubicado a unos 450 años luz de la Tierra. Pero los investigadores dicen que la brecha en el anillo de polvo y gas de GW Ori lo convierte en el ejemplo más convincente.
“Puede ser la primera evidencia de un planeta circumtriple abriendo una brecha en tiempo real”, dijo Jeremy Smallwood de la Universidad de Nevada, Las Vegas, autor principal del nuevo artículo.
William Welsh, astrónomo de la Universidad Estatal de San Diego, dijo que los investigadores “consiguieron un buen caso, sería fascinante si esto termina siendo un planeta”.
Alison Young de la Universidad de Leicester en Inglaterra, quien ha argumentado que las estrellas de GW Ori causaron la brecha en el disco del sistema, en lugar de un planeta, señala que las observaciones del telescopio ALMA y el Telescopio Extremadamente Grande en Chile en los próximos meses podrían finalizar el debate.
“Podremos buscar evidencia directa de un planeta en el disco”, dijo Young.
Si se confirma la hipótesis del planeta, el sistema reforzaría la idea de que la formación de planetas es común. Ya se sabe que varios mundos, conocidos como planetas circumbinarios, orbitan dos estrellas a la vez. Pero los planetas circumtriples han sido más difíciles de conseguir, a pesar de las estimaciones de que al menos una décima parte de todas las estrellas se agrupan en sistemas de tres o más. Sin embargo, su posible existencia sugiere que los planetas surgen en todo tipo de lugares, incluso en ese sistema tan extraño.
“Tres estrellas no son suficientes para matar la formación de planetas”, dijo Nealon.
Eso sugiere que es probable que surjan exoplanetas en lugares cada vez más inusuales. “Lo que hemos aprendido es que en cualquier momento que los planetas pueden formarse, lo hacen”, dijo Sean Raymond, astrónomo de la Universidad de Burdeos en Francia que no participó en el estudio.
¿Quizás incluso un mundo que orbita cuatro, cinco o seis estrellas a la vez?
“No veo por qué no”, dijo.