El sepulcro de Santa Teresa de Jesús, guardado literalmente bajo diez llaves, va a ser abierto este martes tras permanecer 110 años sellado. La tumba, situada en la basílica de Alba de Tormes, en la provincia española de Salamanca, permanecerá abierta entre el 28 y el 31 de agosto, y el cometido de la acción es estudiar y conservar sus reliquias.
Según consigna la cadena COPE, la idea es hacer un estudio serio del cuerpo, ya que la última vez que se abrió el sepulcro fue en 1914, y desde entonces hasta ahora los recursos técnicos para tal fin han evolucionado sobremanera.
Los encargados de esta tarea van a ser un grupo de médicos y científicos italianos, al frente de los cuales va a estar el profesor Luigi Capazzo, director del equipo de expertos que trabaja junto al dicasterio vaticano de las causas de los santos.
Desde la orden de las Carmelitas Descalzas de Alba de Tormes y de Salamanca, responsables de la custodia y preservación del sepulcro de la santa, hacía tiempo que se veía conveniente para hacer un reconocimiento canónico. Se hizo un intento en 1981, en vísperas del cuarto centenario de la muerte de la santa, pero no fue posible.
En esta ocasión buscan identificar en qué estado se encuentra, y creen que será en la misma condición que hace 110 años, ya que el brazo y el corazón —conservados como reliquias de forma separada— permanecen incorruptos.
El trabajo se dividirá en tres fases. La primera, que comenzará el 28 de agosto y se prolongará hasta el próximo día 31 del mismo mes, supondrá la llegada a Alba de un equipo médico-científico, encabezado por el prestigioso profesor Luigi Capasso. Luego, este mismo equipo realizará los trabajos de reconocimiento visual, consistente en la toma de fotografías y radiografías por parte de especialistas. Después comenzará la segunda y más extensa fase, en la que se estudiarán todos los elementos tomados en los laboratorios de Italia por parte del equipo de médicos y científicos participantes. Este proceso completo insumirá varios meses, y a su término se publicarán los resultados del estudio y las conclusiones científicas.
Por último, en Alba de Tormes, se propondrán algunas intervenciones para la mejor conservación del cuerpo y de las reliquias y el trasladando de la reliquia de la mano de Santa Teresa —que actualmente se conserva en la ciudad de Ronda— a la ciudad donde se encuentra la tumba.
Esta reliquia fue especialmente apreciada por el dictador Francisco Franco, quien la atesoró en sus aposentos durante años.
Finalmente se cerrarán el sepulcro y los relicarios con la ayuda de los orfebres, para asegurar la conservación de las reliquias.
Según detalló el padre Miguel Ángel González, prior de la mencionada orden, la apertura se realizará en una estancia del convento y bajo llave, con la presencia de todos los miembros del tribunal eclesial designado para la ocasión, y con todas las medidas de seguridad oportunas, y dejó claro que “sus restos nunca saldrán de Alba de Tormes”. Además, agregó que nadie ajeno al mencionado tribual y los equipos científicos accederá a la sala.
Según publica la Diócesis de Salamanca, la última apertura del sepulcro de Santa Teresa tuvo lugar entre los días 16 al 23 de agosto de 1914. Según se publicó entonces, el cuerpo seguía “con entera incorrupción”, al igual que en la anterior apertura, en 1750.
Durante esa apertura hace diez años también se tomaron fotografías, algo obviamente imposible en la de 1750.