Un periodista estadounidense explicó, en un extenso hilo en su cuenta de Twitter, a qué se debe la proliferación de camionetas por sobre autos en su país. A su entender, “los autos enormes son terribles para la sociedad, a menudo de forma oculta”.
David Zipper comenzó con algunos datos básicos: más del 80% de las ventas de automóviles en Estados Unidos (EE. UU.) son camionetas o SUV. Los modelos se siguen expandiendo: una camioneta de 2023 pesa —aproximadamente— 360 kilogramos más que una de 1991, y es siete veces más alta. A esto se le suma que los vehículos eléctricos “pueden hacer que el problema sea peor” por sus baterías grandes.
Así, listó cinco principales problemas.
En primer lugar, una inflación de autos “pone en peligro a otros en la calle”, ya que los vehículos altos tienen puntos ciegos más grandes y “es más probable que golpeen el torso o la cabeza de una persona”, escribió; al ser más pesados, además, ejercen más fuerza al chocar y tienen distancias de frenado más largas. El segundo problema, ligado al anterior, es que muchos autos empeoran el cambio climático.
“Los autos más pesados ??requieren más energía para moverse, lo que los hace engullir gasolina. Cuando están electrificados, sus enormes baterías son tan ineficientes que los modelos más grandes generan más contaminación que algunos sedanes a gasolina”, señaló.
Como tercer punto, indicó que los neumáticos también son una cuestión a tener en cuenta. Los autos más pesados ??ejercen más presión sobre ellos, erosionándolos más rápido. “Las partículas de los neumáticos se absorben en el agua, donde dañan los ecosistemas. También flotan en el aire, dañando la salud humana cuando se ingieren”, alertó.
Más vehículos destruyen las carreteras, prosiguió el analista: “Los automóviles se han vuelto tan pesados ??que los autotransportistas estadounidenses no pueden transportar una carga completa sin exceder los límites de peso federales” de ese país, argumentó Zipper.
En tal sentido, las empresas automotrices y los camioneros están pidiendo al Congreso que eleve esos límites, “pero hacerlo pulverizaría el asfalto”, indicó.
Finalmente, los autos se vuelven más caros, y los más grandes y pesados se pueden vender por más dinero. “Es por eso que el director ejecutivo de Stellantis, Sergio Marchionne, hizo un famoso cambio de rumbo para alejarse de los sedanes en 2016, un movimiento que siguieron otros fabricantes de automóviles. Es una razón clave por la que los automóviles se han vuelto tan caros”, expresó.
¿La única salida de estos problemas? Que el gobierno estadounidense actúe, remarcó.
Como posibles soluciones, se podría gravar a los vehículos por su peso, o testearlos para ver qué tan seguros son para seguridad del ciclista y peatón.
“Solo, este problema solo empeorará. Los gobiernos deben dar un paso al frente”, concluyó.