En la "cidade maravilhosa" ya eran permitidas desde hace un par de semanas las actividades deportivas en las playas -con tapabocas- y que la gente se bañara en el mar, pero sin permanecer en la arena disfrutando del paisaje o del sol.
No obstante, ha sido evidente la indisciplina de los cariocas, cuya presencia es cada vez más frecuente en las playas de Copacabana e Ipanema y también en las de Barra de Tijuca, en el oeste de la ciudad.
"Esta semana vamos a organizar las playas para que la gente se mantenga a distancia en la arena", aseguró Crivella durante la presentación de un equipo médico que viajará al Líbano para apoyar a las víctimas de la explosión en Beirut, que ya deja al menos 160 muertos y 6.000 heridos.
"Las personas podrán ocupar estas demarcaciones a su llegada y también reservando en la aplicación. La idea es que así podamos organizar mejor lo que hoy no está bien", agregó.
De acuerdo con el burgomaestre, los detalles sobre cómo funcionara el sistema de reserva serán anunciados hacia el fin de semana y mientras tanto pidió a la gente no aglomerarse en las playas.
Brasil es el segundo país del mundo con mayor número de muertes y de contagios por COVID-19, solo por detrás de Estados Unidos.
Río de Janeiro, la segunda ciudad más poblada del país con unos 7 millones de habitantes, comenzó a inicios de junio la reapertura gradual de sus actividades.
La ciudad, que suma más de 8.000 fallecidos y supera los 74.000 contagios, es una de las regiones en las que el coronavirus comienza a dar tregua, lo mismo que en la mayoría de los municipios del estado homónimo.
Con información de EFE