Elon Musk dijo en junio que Tesla, su empresa de vehículos eléctricos, “aspira a ser lo más de ayuda posible para otras automotrices”. Esta breve declaración cayó en medio de acuerdos con empresas competidoras para usar la red de carga eléctrica de Tesla.

También dijo en ese momento que Tesla estaría “feliz de licenciar Autopilot/FSD o Full Self-Driving [piloto automático], u otra tecnología de Tesla”. El hombre más rico del mundo mantuvo esa actitud de ayuda en otro de sus sectores, el espacio, a través de otra de sus compañías, SpaceX.

Boeing, una gran marca en el rubro aeroespacial, ha estado trabajando estos años en lograr el despegue exitoso de su cohete Starliner. A pesar de los planes de lanzamiento para julio, la fecha tentativa fue eliminada en junio cuando Boeing informó haber identificado dos grandes problemas en la estructura.

Uno involucró cuestiones con las líneas que conectan la cápsula a sus paracaídas, mientras que el otro fue el descubrimiento de cinta aparentemente inflamable que había sido usada dentro de la nave.

Boeing ha estado reportando pérdidas exponenciales en el proyecto Starliner desde que la NASA brindó a la empresa un contrato por 5.000 millones de dólares para desarrollo en 2014. Este miércoles, la compañía dijo que perdió 257 millones de dólares más en el programa durante el segundo cuarto del año, llevando sus pérdidas netas a 1.500 millones de dólares, según CNBC.

Musk, que encabeza su propia empresa de exploración espacial, SpaceX, le ofreció sus servicios para ver a Starliner en las estrellas.

“SpaceX proveyó sus conocimientos de sistema de paracaídas tripulados a Boeing y estamos felices de ayudar en otras maneras”, escribió Musk en su cuenta de Twitter.

“Diseñar paracaídas para naves espaciales orbitales y tripuladas es mucho más difícil de lo que parece. Fue un gran desafío para SpaceX”, agregó.

SpaceX, mientras tanto, está preparada para completar los seis lanzamientos arreglados con la NASA, antes de que Boeing logre despegar.

SpaceX provided its knowledge of crewed parachute systems to Boeing and we are happy to be helpful in any other ways.

Designing parachutes for orbital, crewed spacecraft is much harder than it may seem. Was a major challenge for SpaceX.

— Elon Musk (@elonmusk) July 26, 2023

Si bien la NASA, Boeing y Airborne, el proveedor de paracaídas para Boeing, han estado abordando minuciosamente sus problemas para asegurarse de las estructuras son seguras, el despegue, según Ars Technica, probablemente no tome lugar hasta 2024.

Ian Krietzberg / The Street