Cuando Thomas Hertog fue citado por primera vez al despacho de Stephen Hawking hace 25 años, hubo una conexión inmediata entre el entonces joven investigador belga y el genio de la física.
“Hubo algo que encajó entre nosotros”, contó Hertog.
Esta conexión se mantuvo, pese al avance de la enfermedad degenerativa que sufrió Hawking y que lastró sus posibilidades de comunicarse. Pese a las barreras, los dos científicos pudieron elaborar una nueva teoría que busca cambiar la forma en la que la ciencia concibe el universo.
La teoría, que podría ser la última aportación de Hawking a la ciencia antes de su muerte en 2018, fue expuesta en su totalidad por primera vez en el libro “On the Origin of Time” (Sobre los orígenes del tiempo) publicado por Hertog en 2023.
En una entrevista con AFP, el cosmólogo belga habló de su trabajo conjunto que se extendió durante 20 años.
También contó cómo se comunicaban con expresiones faciales y de que en su última etapa Hawking se convenció de que su conocida obra de divulgación “Una breve historia del tiempo” fue escrita desde una perspectiva equivocada.
El universo responde a un “diseño”
Durante su primer encuentro en la Universidad de Cambridge en 1998, Hawking le planteó inmediatamente un problema que lo intrigaba.
“El universo que observamos parece haber sido diseñado”, le dijo Hawking a Hertog, comunicándose mediante una máquina que reproducía una voz.
Hertog explicó que “las leyes de la física, las reglas de cómo se rige el universo, resultan ser perfectas para que el universo sea habitable, para que la vida sea posible”.
En este sentido, hay una excepcional cadena de elementos propicios se extiende desde el delicado equilibrio que permite que los átomos formen las moléculas necesarias, hasta la expansión del propio universo, que es lo que permite la existencia de estructuras como las galaxias.
El punto de vista del observador
A los pocos años de empezar a trabajar juntos “comenzó a gestarse” la idea de que había un elemento faltante, contó Hertog.
Las teorías como las que afirman que existe un multiverso e incluso “Una breve historia del tiempo”, fueron “intentos de describir la creación y la evolución de nuestro universo desde lo que Stephen calificaría como una teoría del ‘ojo de Dios’”, afirmó Hertog.
Pero “debido a que estamos dentro del universo” y no fuera, observándolo, nuestras teorías no pueden ser separadas de nuestra perspectiva, argumentó.
“Por eso (Hawking) dijo que ‘Una breve historia del tiempo’ está escrita desde una perspectiva errónea”, reveló Hertog.
Durante los siguientes 15 años, los dos científicos utilizaron la teoría cuántica para desarrollar una nueva hipótesis sobre la física y de la cosmología desde “la perspectiva de un observador”.
En 2008 la capacidad de Hawking de utilizar la máquina que le permitía hablar comenzó a degradarse y volverse cada vez más lenta. “Pensé que era el final”, contó Hertog.
Ambos, afirma el belga, lograron desarrollar una forma de comunicación no verbal que les permitió seguir investigando.
“Tenía un rango de expresiones faciales muy amplio, desde la completa desaprobación al entusiasmo”, explicó.
“Es imposible distinguir” qué partes de la teoría final son de Hawking y cuáles son propias, explicó el científico belga.
“Un gran proceso evolutivo”
Su teoría se centra en lo que ocurrió en los primeros momentos después del Big Bang. En lugar de plantearse una explosión que siguió a un conjunto de reglas ya establecidas, los científicos proponen que las leyes de la física evolucionaron junto al universo.
Esto implica que, si se retrocede en el tiempo lo suficiente, “las leyes de la física misma comienzan a simplificarse y desaparecer”, sugiere Hertog.
“En última instancia, la dimensión del tiempo se evapora”, esboza.
Según esta teoría, las leyes de la física y el propio tiempo evolucionaron de una forma parecida a la evolución en la biología, por eso el título del libro de Hertog es una referencia a la obra de Charles Darwin “El origen de las especies”.
“Lo que planteamos es que (biología y física) son dos niveles de un gran proceso evolutivo”, afirmó Hertog.
El científico reconoció que su teoría es difícil de demostrar porque los primeros años del universo está “ocultos en la bruma que dejó el Big Bang”.
Una forma de levantar este velo puede ser el estudio de las ondas gravitacionales, ondulaciones en el espacio-tiempo, y otra posibilidad es usar hologramas cuánticos construidos en ordenadores cuánticos, dijo.
Daniel Lawler / AFP
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